Autor: Enrique Legorreta
En la Cámara de Senadores se presentó una propuesta de ley que pretende regular los videojuegos en nuestro país. El senador Carlos Puente Salas, del Partido Verde, todo con el fin de evitar que niños, jóvenes y adultos sean protagonistas de conductas ilícitas virtuales como una forma de entretenimiento. Esta propuesta pretende que se reforme la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y expedir la Ley Federal de Clasificación de Videojuegos, con el propósito de evitar que se vendan estos sin que se encuentren previamente clasificados y autorizados por la autoridad competente.
Puente Salas propuso que la Secretaría de Gobernación vigile que los videojuegos se mantengan dentro de los límites del respeto a la vida privada, a la paz, moral pública, la dignidad personal y que no ataquen los derechos de terceros, ni provoquen la comisión de algún delito o perturben el orden público.Esta propuesta de ley plantea una clasificación de esta manera:
I. “AA”: Videojuegos aptos para todas las edades. Estos deben reunir, al menos, las siguientes características:
No contienen representaciones de violencia física o psicológica ni situaciones que la promuevan.
No incluyen lenguaje procaz ni sonidos o imágenes que puedan asustar o provocar horror a los niños.
No contienen referencias o imágenes que presenten, promuevan o estimulen el consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias adictivas.
No contienen representaciones de violencia física o psicológica ni situaciones que la promuevan.
No incluyen lenguaje procaz ni sonidos o imágenes que puedan asustar o provocar horror a los niños.
No contienen referencias o imágenes que presenten, promuevan o estimulen el consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias adictivas.
No contienen referencias o imágenes de carácter sexual, excepto textos, imágenes o sonidos utilizados con fines exclusivamente educativos o científicos que no requieran la supervisión u orientación de padres, tutores o responsables.
II. “A+7”: Videojuegos aptos para niñas y niños mayores de 7 años. Estos deben reunir las características establecidas para los videojuegos aptos para todos los grupos de edades, pero pueden incluir agresividad mínima dentro de un contexto cómico o de fantasía.
III. “B+12”: Videojuegos aptos para adolescentes. Estos pueden incluir violencia (sic.) ocasional sin que se haga apología de ella, uso ligero de lenguaje procaz y/o imágenes o referencias sugeridas más no manifiestas, sin que constituyan el eje central de la trama.
IV. “B+16”: Videojuegos aptos para adolescentes mayores de 16 años. Estos pueden incluir violencia y lenguaje procaz, siempre que contribuyan a una mejor comprensión de la trama, así como imágenes o referencias sexuales implícitas ocasionales, más no ilustradas, en un contexto no degradante.Además, pueden contener imágenes o referencias sobre el consumo moderado de tabaco o alcohol pero sin mostrar su preparación y en un contexto que no lo promueva.
V. “C”: Videojuegos aptos sólo para mayores de 18 años. Estos pueden incluir violencia, lenguaje procaz y frases en doble sentido, incluso si no se justifican en el contexto del videojuego. También pueden incluir imágenes o referencias de carácter sexual explícitas o imágenes de consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias adictivas, en un contexto que no lo promueva o estimule.
VI. “D”: Videojuegos aptos para adultos, con alto grado de violencia, lenguaje procaz, imágenes sexuales explícitas y consumo de sustancias adictivas.
En el apartado se señala que se sancionará a quienes no cumplan con esta normatividad. Y los videojuegos que no cumplan con estas regulaciones no serán publicadas.
También destaca un apartado que señala: “Si los videojuegos no vienen en español, deberá presentarse una traducción”.
Sin duda es una propuesta que se tendrá que analizar, y de ser aprobada, establecería una nueva forma de comercialización y distribución de este tipo de entretenimiento en México.