(20 de octubre, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Para Indalecio Benítez, fundador de Calentana Mexiquense –declarada el pasado 20 de noviembre como la primer radio pacifista del país, luego de que sus instalaciones fueron baleadas por un grupo del crimen organizado- la negativa de los funcionarios del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para abrir el diálogo con alguno de los consejeros de la dependencia, es parte de la estrategia que el gobierno federal ha implementado con todos los movimientos sociales para desgastarlos, cansarlos y hacer que poco a poco opten por dejar la lucha; es una simulación y un velo de represión.
Como lo informó oportunamente Revolución TRESPUNTOCERO, el viernes pasado, luego de un despliegue impresionante de elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y de la Policía Federal, la radio fue allanada y representantes del instituto decomisaron todo el equipo de transmisión, incluido el de perifoneo con el que Indalecio se ganaba la vida antes de abandonar su comunidad, a consecuencia del asesinato de su hijo de 12 años. Para la investigación de la agresión, no hubo un despliegue similar de uniformados.
Esa misma tarde, Benítez instaló un campamento de protesta a las puertas de las oficinas del IFT.
Pero poco tiempo pudo permanecer en dicho lugar, pues funcionarios de la dependencia retiraron y decomisaron sus pertenencias aprovechando que él había salido de la pequeña casa de campaña para buscar un baño, pues además, le negaron el uso del mismo. Para hacerlo más evidente, las puertas le fueron, literalmente, cerradas.
“Cuando regresamos y vimos que no estaban las cosas hablé con algunas organizaciones que me están respaldando, apoyándome en lo jurídico y en todo. Se nos hizo imposible permanecer en el lugar porque no teníamos baño ni nada. De haberme quedado habría sido contraproducente porque estaba conmigo mi hijo de 10 años; él me iba a hacer compañía esas noches y optamos por retirarnos”, narró Benítez en entrevista con este medio.
No apertura, no diálogo…
Este lunes, Indalecio regresó a defender su lucha.
Después de exigir respeto a su movilización, le fueron devueltas sus pertenencias aunque, denunció, faltan algunas cosas.
Para que el locutor y periodista mexiquense retirara su manifestación, los funcionarios del Instituto le ofrecieron instalar una mesa de trabajo el próximo jueves; sin embargo, Benítez no aceptó la propuesta, pues el planteamiento es que se realizaría sin que los consejeros estén presentes; es decir, únicamente con directores de área quienes –según las organizaciones sociales y el mismo Indalecio- no tienen la capacidad de resolver nada.
En cambio, Indalecio y otros representantes de radios comunitarias que se han sumado a su causa, exigen que al menos un comisionado participe en el diálogo y en la negociación para que le sea devuelto a la brevedad posible el equipo de transmisión y regrese al aire Calentana Mexiquense.
Benítez busca que sea el comisionado Adolfo Cuevas quien lo reciba, pues desde hace más de un año mantiene diálogo con él y ha sido dicho funcionario quien ha dado seguimiento cercano al proceso de regulación de la radio comunitaria de Luvianos, municipio del estado de México que colinda con la zona de Tierra Caliente de Michoacán y Guerrero.
“Nos dicen que están muy ocupados y que todo lo trabajan sobre agenda, que es muy difícil que nos reciban. Ellos no tienen prisa pero yo tampoco; lo que quiero es que se resuelva para bien pero si no quieren, ni modo. Por ser una dependencia federal, están acostumbrados a hacer siempre lo que quieren. Al final de cuenta, es el modus operandi de las instituciones federales, ellos están aquí por un sueldo, no por servir a los mexicanos o por una causa justa”, argumentó Benítez.
El periodista -quien desde hace meses se acogió al Mecanismo de Protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas de la Secretaría de Gobernación (Segob)- reiteró que no aceptarán una mesa de diálogo sin la presencia de algún comisionado; “queremos que esté presente al menos un comisionado para que funja como testigo y supervise los trabajos que se van a llevar a cabo”.
La oficina de la radio comunitaria Calentana Mexiquense se mantiene abierta, pero completamente vacía y sin la posibilidad de operar ni siquiera vía Internet.
“No entiendo este actuar tan sorpresivo; no sé qué pensar, si hubo dinero de por medio o si hubo interés de alguien que tenga poder. Desconocemos completamente por qué ese ataque tan repentino y tan brusco para Calentana. Yo he cuestionado cómo es posible tanto exceso de elementos policiacos para combatir a una radio pacifista, la primera radio pacifista de México”, sostiene Benítez, perplejo.
“No vamos a retirar el campamento. Seguimos aquí en el IFT. Nos mantenemos en una manifestación pacífica pero no descartamos la posibilidad de suturarnos la boca para evidenciar la represalia en contra de la libertad de expresión”.
A la manifestación de Benítez se sumaron representantes del Congreso de Comunicación Indígena de Oaxaca, así como locutores de otras radios comunitarias del estado de México; desgraciadamente, por falta de recursos económicos, no les fue posible mantenerse en la ciudad y tuvieron que regresar a sus comunidades.
“Por lo pronto, yo me quedo con la consigna de mantener nuestra lucha. Vamos a continuar”…