Por: Valentina Pérez Botero
Twitter: @vpbotero3_0
Más de dos años han pasado desde el desastre nuclear de Fukushima y la zona de exclusión de 20 kilómetros a la redonda es un gran pueblo fantasma: la gente no puede regresar a sus casas porque la alta radiación tendría efectos perjudiciales en su salud.
El lunes, Tamioka, una pequeña población a 10 kilómetros de la planta nuclear, fue declarada por el gobierno japonés como “Zona parcialmente accesible” lo que permitirá empezar la reconstrucción tras los daños causados tanto por el tiempo de abandono como por el terremoto y el tsunami que ocasionaron la tragedia nuclear de 2011.
Con el fin de propiciar la recolonización paulatina de sus antiguos pobladores, la autoridad ha dividido el poblado en tres zonas de acuerdo a su nivel de radiación. Por ahora, ningún nivel permite pernoctar o pasar largas horas en el sitio.
Tamioka era hogar de casi 60 mil personas, habitantes que ahora se encuentran viviendo en refugios temporales. La tragedia aún tiene como saldo 300 mil personas desplazadas de sus hogares.
