Javier Santiago, presidente de la Comisión de Modernización Institucional, descartó que para 2018 bajen significativamente los gastos del Instituto Nacional Electoral (INE), porque su función social de organización de “transmisión pacífica” del poder tiene un costo.
“La educación pública tiene un costo y sube año con año de manera significativa. Es el costo para un beneficio social que hay que pagar. En el caso del INE hay que pagar un costo financiero para el beneficio social que da.”, declaró para La Jornada, Javier Santiago.
Cabe recalcar que pese al contexto de austeridad y recortes que se vive en el país, el INE comenzará en septiembre la construcción de su megaproyecto que incluye la obra de dos torres gemelas de 14 pisos, lo que tiene un costo de mil 100 millones de pesos.
Como medida para “ahorrar recursos”, el funcionario del INE informó que de transferirán a 200 empleados a juntas distritales en los estados o implementarán un programa de retiro voluntario.
El INE este año tiene un presupuesto de 11 mil 400 millones de pesos, de los cuales 108 millones son el costo de la elección de la Asamblea Constituyente porque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se negó a cubrir el gasto en su totalidad.
A ello se suma que “las grandes definiciones” para Plan estratégico del INE 2016-2026 no están listas, por lo que Santiago permanecerá más tiempo a cargo de la Comisión de Modernización Institucional, es decir, hasta marzo de 2017.