Por: Valentina Pérez Botero
@vpbotero3_0
Del discurso al hecho ahora hay oferta. En otras palabras: ambientalistas que buscan reducir su huella de carbono ahora demandan por métodos anticonceptivos que también lo sean. Veganos que se preocupan por qué tipo de alimentos consumen quieren que sus decisiones de vida también se respeten en la cama.
¿Cuáles son las opciones? Desde el punto de vista de los ecologistas, tomar la decisión de planificar en sí es buena idea porque la sobrepoblación presiona los recursos naturales, pero a la hora de escoger entre pastillas anticonceptivas o condones ¿Cuál perjudica menos al medio ambiente?
Los problemas ambientales de la píldora anticonceptiva se concentran en dos: su empaque y las hormonas femeninas que persisten en la orina de la mujer, pasan por el drenaje, terminan en ríos y provocan la baja tasa de reproductividad en la fauna marina. Por lo que las píldoras, además de contribuir en desperdicios, están causando estragos en la sexualidad de los peces.
En el caso del condón, las opiniones se dividen en cuanto a materiales. Los que están hechos de poliuretano los desaconsejan por no ser biodegradables, aunque son la única alternativa para personas que son alérgica a la proteína del látex.
El látex, la materia prima de la que está hecha la amplia mayoría de los preservativos, se degrada en un tiempo promedio de cinco años ¿Cuánto desperdicio produciría? Si cada condón pesa aproximadamente 0.1 onzas y en México, por ejemplo, según el Centro Nacional para la prevención y el control del VIH/SIDA (Censida), cada personas sexualmente activa tiene un promedio de 123 relaciones sexuales –en sólo cuatro se protege con preservativo–, produciría casi 350 gramos de basura.
Si un tercio de kilogramo es aún demasiada huella de carbono, la incidencia ambiental se puede contrarrestar con un beneficio social: ya sea condones que aseguren el comercio justo de sus materias primas –hay varias empresas avaladas en Fair Trade– o estén asociadas con causas sociales; en Latinoamérica, la empresa distribuidora de condones Rubberit.com tiene un programa social 1×1.
Pero a nivel mundial, los ejemplos sobran: thisisl.com, por cada condón comprado, dona otro a un país en desarrollo bajo la premisa de ayudar a la mujer al darle poder en su vida sexual.
Por otra parte, la marca australiana de Glyde, cuyo eslogan es: “Condones éticos y veganos”, propicia un comercio justo, apoya programas de educación sexual y no permite que ninguno de sus materiales sea probado en animales.
“¿Tú condón tiene leche?”. Parece una pregunta absurda, pero para los veganos, quienes excluyen de su dieta todo alimento de origen animal, cuestionarse esto tiene sentido, ya que algunas marcas procesan el látex con una proteína derivada de la leche, por lo que la Asociación Vegana tiene una lista especial de anticonceptivos que cumplen con esta norma.