Redacción / @Revolucion3_0
(30 de septiembre, 2013).- Gambia es uno de los 38 Estados africanos donde la homosexualidad, tanto femenina como masculina, es penada con hasta 14 años de cárcel. A pesar de que las leyes contra la homosexualidad han sido calificadas por Amnistía Internacional (AI) como la criminalización del amor, el presidente gambiano tuvo la osadía de repetir el discurso homofóbico frente a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, enlistó a la homosexualidad como una de las tres maneras en que la humanidad está atentando contra su permanencia –junto a la avaricia y al sueño de la supremacía mundial–. “Algo anti-natural está siendo promovido por algunos poderes como un derecho humano”.
No es la primera vez que Jammeh hace este tipo de declaraciones, en marzo de este año dijo que “los homosexuales no son bienvenidos en Gambia. Si los atrapamos, se arrepentirán de haber nacido […] permitir la homosexualidad es permitir derechos satánicos. No permitiremos esto aquí”.
Jammeh también hizo referencia a los mecanismos internacionales para neutralizar discursos contra los derechos humanos, como aplicar sanciones o retener la ayuda occidental que recibe su país, por lo que dijo “si ustedes quieren que yo ofenda a Dios para que me den ayuda, están cometiendo un error; ustedes no me obligarán a hacer algo diabólico e impío”.
