Záyin Dáleth Villavicencio / @ZayinDaleth3_0
(17 de julio, 2013).- “Todos somos ellas” es el título de la exposición del fotógrafo estadounidense Paul T. Owen, un testimonio sobre el tema de la violencia de género y el feminicidio en México; que utiliza a la mujer como símbolo de una denuncia de violencia sin violencia explícita.
Se trata de una exposición de 60 fotografías en gran formato de mujeres mexicanas, aparentemente indefensas ante la cámara, cuyo objetivo es llamar la atención hacia los actos de violencia que se cometen contra la mujer en México, ante los que, pareciera, nada se hace.
Así describió Owen explicóla exposición fotográfica que se inaugura este viernes 19 de julio en la Sala Seis del Centro Cultural Clavijero de Morelia, con la participación de RedLab. Laboratorio de Gestión y Vinculación Cultural.
El autor detalló que las fotografías no son retratos de individuos sino símbolos que representan a miles de mujeres que han sufrido una muerte violenta por el simple hecho de ser mujeres, “por ello supe que al empezar a fotografiarlas tenía muy claro cómo quería que ellas aparecieran”.

“En México –expuso el fotógrafo–, llegué a saber sobre el fenómeno del feminicidio y lo devastador que es, mientras estuve dando un taller para fotógrafos en Michoacán y de inmediato me vi con la necesidad de decir algo, para dar a conocer los actos de violencia con mi arte”.
En las imágenes de las mujeres, “sus caras están ocultas por muchas razones, no quería que la fotografía fuera una mujer en particular, porque cuando no ves la cara se vuelve algo más universal y no específico”, manifestó.
“Quería también a esas mujeres en esa postura, porque ellas mismas se están escondiendo de algo, se están tapando la cara. Entonces las instrucciones eran muy simples: no podían abandonar la cámara pero tenían que esconderse de la misma, ante un muro del cual no había escapatoria porque muchas mujeres realmente no tienen escapatoria, pues quienes las violentan son sus propios maridos y sus familias”.
Owen especificó que buscaba “tomar muchas fotografías para que fuera un número contundente, un número importante y grande, como es el fenómeno en sí. Y luego descubrimos que cuando las fotografías se colocaban todas en hileras daba la sensación de que iban a ser fusiladas”, como parece suceder ante la pasividad de las autoridades.

Con esto, enfatizó Paul T. Owen, se plantea suscitar una discusión y que las personas que la vean no se queden calladas, pues de lo contrario la exposición no tendrá éxito. Él éxito de la obra sería generar el ímpetu para que el gobierno haga ya algo en concreto para frenar las vejaciones a las mujeres.
Los visitantes a esta exposición tendrán la oportunidad de interactuar mediante sus smartphones, con los cuales podrán compartir datos e ideas, y hacer preguntas sobre el feminicidio y la violencia contra la mujer en general.
Así, se espera que este tipo de participación ayude no sólo a concretar textos adicionales que aparecerán como auras en un teléfono sino también para crear un ambiente que promueva debate y genere cambio significativo en la realidad cotidiana de la mujer.