Por: Valentina Pérez Botero
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La complejidad no está sólo en el trazo de sus canales ni en la herencia prehispánica que cultivan a través de las islas flotantes -chinampas-, sino en la amenaza constante de que la mancha urbana de la ciudad de México devore a Xochimilco, la contaminación del agua acabe con la fauna endémica y , como consecuencia, se pierda el turismo que atrae el paseo en balsas coloridas -trajineras-.
El detonante de estas consecuencias es la urbanización dada por los asentamientos irregulares que avanzan, incluso, hasta el corredor ecológico protegido por su nombramiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, pero dotados por el gobierno, ante su incapacidad de detenerlos, con servicios públicos que terminan por promover la pavimentación.
El otro factor de riesgo señalado por el investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Alonso Aguilar, es la penetración de los invernaderos para la producción de alimentos y flores porque ellos representan un atentado a la continuidad de las chinampas, al y generan externalidades negativas que se miden en pérdidas económicas.
José Luis Samaniego, director de la división de desarrollo sostenible y asentamientos humanos de la CEPAL, advirtió que las economías no sustentables pierden de uno a cuatro puntos porcentuales del PIB potencial debido al cambio climático y, en específico, Xochimilco está perdiendo de 750 a un millón y medio de dólares por deterioro ambiental y el no uso de los agroecosistemas de acuerdo a investigaciones del doctor Aguilar.
La propuesta de impulsar el cultivo en chinampas como un agroecosistema tiene como ventaja la producción de hortalizas y servicios ambientales; mientras que los invernaderos al demandar infraestructura como sitios de almacenaje y transporte, incentivan la pavimentación y esos terrenos cobran “valor para la urbanización a largo o mediano plazo” de acuerdo con Aguilar.
Xochimilco resguarda rasgos de la identidad del país en sus formas de cultivo, en sus trajineras y en los ajolotes que como escribió Julio Cortázar en su cuento Axolotl “Que eran mexicanos lo sabía ya por ellos mismos, por sus pequeños rostros rosados aztecas”. La construcción de invernaderos necesita una fuerte inversión económica con la que los chinamperos no cuentan por lo que su implementación, como la conservación del cultivo convencional, responderá en suma a una decisión de Estado. ¿Dará o no incentivos para la construcción de invernaderos? ¿Apoyará o no la conservación de las chinampas?