El presidente Andrés Manuel López Obrador presentó el Paquete Contra la Inflación y la Carestía. Lejos de un control de precios “a rajatabla”, como advertía la oposición, se trata de un conjunto de 16 medidas, enfocadas principalmente al aumento de la oferta de alimentos.
Y se agrupan en cuatro categorías: aumento de la producción, reducción de los costos de distribución, facilitar la importación de insumos y garantizar la disponibilidad de una lista de productos a precios accesibles.
Vamos paso por paso. Para el primer punto, que es aumentar la producción, las acciones clave son: mantener subsidios a combustibles y electricidad —como se ha venido haciendo—, incentivar la siembra de granos, entregar fertilizantes a nueve estados del país y facilitar la importación de sulfato de amonio, que es un insumo de gran utilidad para la siembra.
Sobre el segundo punto, que es reducir los costos en la distribución, se hará lo siguiente: disminuir indirectamente el costo de seguros en transporte, mantener fijos los peajes en autopistas, exentar la Carta Porte para productos básicos e insumos, reducir tiempo y costo en aduanas, y agilizar despacho en puertos.
En cuanto al tercer punto, que tiene que ver con comercio internacional, se retiran todos los aranceles a 21 productos básicos y 5 insumos.
Finalmente, para el cuarto apartado —disponibilidad de productos básicos a precios accesibles—, SEGALMEX creará una reserva estratégica de un millón de toneladas de maíz blanco y, además, mantiene precios de garantía y su red de distribución en las tiendas “Liconsa”.
Aquí entra la cooperación con las empresas para que, durante un lapso de seis meses, no aumenten los precios de una lista de 24 productos básicos. Por si fuera poco, más empresas y productos pueden irse sumando; por ejemplo, Telmex y Telcel ya lo hicieron en telecomunicaciones.
Este conjunto de medidas impactará en cerca del 30 por ciento de la inflación subyacente. ¿Qué significa esto? Que ayudará a mantener el poder adquisitivo de los hogares mexicanos ante los efectos de la inflación a nivel mundial y los estragos económicos que se han derivado del conflicto bélico en Ucrania.


