El gobierno federal expuso el estado actual del proyecto para crear una red de trenes de pasajeros, destacando que sus primeros segmentos registran avances simultáneos en obras físicas, levantamientos técnicos y procesos de adquisición de material rodante. La presentación estuvo encabezada por la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) y por el agrupamiento de ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional, responsables de distintos componentes de la construcción y planeación.
Durante el informe, se precisó que los primeros corredores —particularmente los de Ciudad de México–Pachuca, Ciudad de México–Querétaro–Irapuato y Saltillo–Nuevo Laredo— ya tienen frentes de obra activos y contratos asignados para estructuras principales. Se explicó que estas rutas forman parte de la fase inicial del proyecto y se desarrollan aprovechando derechos de vía existentes, además de planear la modernización de estaciones históricas y la creación de servicios regionales complementarios.
Las autoridades detallaron que una segunda etapa se concentra en estudios especializados para los tramos Irapuato–Guadalajara, Querétaro–San Luis Potosí–Saltillo y Mazatlán–Los Mochis, donde se realizan análisis de demanda, impacto social, estudios urbanos y económicos, así como trabajos de ingeniería básica. Esta base técnica, señalaron, permitirá definir trazos preliminares, ubicar estaciones y avanzar hacia proyectos ejecutivos.
En la zona centro y norte, la Sedena informó que mantiene trabajos directos en los tramos México–Pachuca y México–Querétaro, construyendo viaductos, obras de drenaje, puentes vehiculares y estaciones contempladas para cada recorrido. El avance incluye también cimentaciones, terraplenes y estructuras para viaductos y puentes ferroviarios, además de infraestructura eléctrica y de mantenimiento para la ruta México–Pachuca, proyectada como vía doble electrificada. Estos frentes, que superan la decena, han generado más de 11 mil empleos.
El informe técnico incluyó una actualización sobre la ingeniería básica, cuya primera etapa se encuentra prácticamente concluida. La segunda fase, que abarca más de 1,400 kilómetros, contempla estudios topográficos, geotécnicos, hidrológicos y biológicos, además de misiones aéreas con sensores láser para crear modelos tridimensionales de alta precisión. Con estos insumos se sostienen reuniones con gobiernos estatales y comunidades para la liberación de derechos de vía.
En paralelo, se presentó la identidad visual de los trenes del tramo México–Pachuca, inspirada en el Insurgente y en los colores de la bandera nacional. Estas unidades tendrán capacidad para 700 pasajeros, accesibilidad universal y velocidad máxima de 130 km/h. A nivel nacional, continúa el proceso para adquirir 47 trenes eléctricos, cuyos requisitos incluyen 65% de integración nacional, con tres empresas actualmente en evaluación.
La ARTF y la Sedena subrayaron que el proyecto avanza con coordinación ambiental, social, técnica y presupuestaria, insistiendo en que se cumplen los plazos establecidos. También destacaron que el diseño y construcción de esta red conforman un esfuerzo conjunto del sector público para reconectar regiones del país mediante un sistema ferroviario moderno y de carácter público.
