2 de Marzo de 1959
Las notas que comienzan a mezclarse ya no son notas ni acordes, tampoco séptimas u octavas, más bien de un tiempo acá, vienen siendo esa suavidad sublime que tiene la piel dulce de una muchacha; son momentos que florecen en jardines musicales, son sesiones de jazz grabadas allá por la época de las máquinas.
Miles Davis medita; todo se convierte en un viaje de improvisación que se une con los cambios repentinos, cambios que no pueden ocultar su procedencia, huelen a bepop. Sin embargo…
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