(20 de octubre, 2014).- Tras casi dos años de lucha, el poeta Javier Sicilia se apartó de las actividades del Movimiento por la Paz, creado tras el asesinato de su hijo, y regresó a Cuernavaca para impartir clases en la Universidad de la ciudad. A pesar de ello, asegura “sigo en lo mismo, pero desmontado de los medios” y para muestra el encuentro que recién sostuvo con padres de los normalistas de ayotzinapa desaparecidos.
“Había un matrimonio de campesinos muy tristes que decían: ‘en la mañana salimos al campo y nos olvidamos un poco, pero cuando llega la tarde la tristeza es honda, muy honda’. Yo conozco demasiado, esas tardes. Creí que estaba seco, pero ahí me quebré.”, manifestó en entrevista para el diario El País, a quien el crimen organizado asesino a su hijo Juanelo en 2011.
Tras aquel triste acontecimiento, Sicilia junto a miles de padres que como él, habían perdido a un hijo, formaron el movimiento que recorrió gran parte de México hasta llegar a Estados Unidos. A la distancia, habla de la “derrota” de dicha organización. “Ojalá todo ese esfuerzo inmenso hubiera servido para algo, pero mira lo de los estudiantes de Iguala y todo lo hay debajo. México es una gran fosa común”, arguyó.
“Estamos en estado de revolución, al borde del estallido social. El enojo es tan grande. Veo una especie de guerra civil. Ojalá y me equivoque”, indicó Sicilia, quien a pesar de su acercamiento con el gobierno federal, es duro con ellos y no duda en afirmar que “en el Gobierno están rebasados. El PRI creyó que podía administrar el infierno, pero no sabía de su dimensión”.
En su momento, cuando Peña Nieto era candidato presidencial, Sicilia le dijo públicamente que no tenía corazón, más tarde, el político mexiquense se acercó al poeta para decirle que sí tenía. “Pues demuéstrelo”, respondió. “Le dolía que se lo dijera, pero yo tenía razón. No tiene corazón. La Ley de Víctimas la entregó por un principio pragmático político, no porque le dolieran las víctimas”, reflexiona el activista.
Sobre dicha legislación, la cual fue publicada en enero de 2013 tras dos años de lucha, Sicilia lamenta que “no ha servido para nada. Ni siquiera se les ve ahora en Guerrero”. Por ello mismo, él cree que actualmente México está peor que en 2011, con todo y “los esfuerzos del Gobierno por desterrar el discurso belicista”. “¿Quién va a querer invertir aquí?”, cuestiona Sicilia.
Respecto al México de Peña, no duda en afirmar que es un “Estado fallido, inexistente, roto”, donde existe el “horror de ver a muchachos matando muchachos en esta guerra fratricida”.
“Las víctimas no somos soportables. Nadie quiere oír el horror, por eso fue catártico el Movimiento. Hizo sonar el aullido del dolor hasta que el Gobierno lo quiso tapar. Ahora desde Guerrero se oye otra vez ese grito”, arguye el poeta Sicilia, en torno al dolor de los familiares, como ahora sucede con las víctimas de Iguala.