(21 de octubre, 2014).- Lejos del trasiego de enervantes, muchos cárteles mexicanos han iniciado una diversificación de actividades lucrativas, como lo es la venta ilegal de minerales. En medio de la pugna entre autoridades y criminales, ha quedado el sector del hierro, cuyas exportaciones se han caído estrepitosamente
Mario Cantú, coordinador general de Minería de México de la Secretaría de Economía es consciente de la problemática, y por eso, desde una conferencia del a industria realizada en Tianjin, al noreste de China, señala que el país posiblemente exportará sólo 2 millones de toneladas del mineral, comparadas con las 10 toneladas de 2013 (únicamente 9 fueron al mercado chino).
Aunque actualmente no es evidente el momento en que se reducirán las exportaciones a China, sabe que representará una caída del 80 por ciento total, realizado por el sector minero al extranjero.
Uno de los factores del desplome, tiene que ver con las medidas que el gobierno federal ha tomado contra los grupos de la delincuencia organizada en Michoacán, mayor productor de hierro del país. Otro de ellos está relacionado con el aumento del contrabando de mineral al gigante asiático, conocido por ser el que más adquiere en todo el orbe.
En respuesta, las autoridades federales han incautado cargamentos de hierro, relacionado con la venta ilegal, y procedieron a clausurar las presuntas instalaciones del crimen organizado donde se procesaba, además de implementar un nuevo permiso para llevar a cabo exportaciones.
Apenas en noviembre de 2013, la Secretaría de Marina (Semar) asumió el control del puerto michoacano Lázaro Cárdenas, conocido por su gran movimiento de minerales. La intención del gobierno federal era golpear el financiamiento de los Caballeros Templarios, pues son ellos quienes controlan el tráfico de minerales en la zona.
Lázaro Cárdenas también es conocido por ser el sito de entrada para los químicos utilizados en la elaboración de metanfetaminas, que sumado a ser el puerto exportador del narco, llevó a las autoridades a percatarse que “algunos de los minerales han sido explotados sin permisos. Eso nos llevó a cambiar las reglas”, manifestó Cantú.
El pasado marzo, el comisionado de seguridad para Michoacán, Alfredo “El Virrey” Castillo indicó a medios internacionales que los Templarios bajo el mando de “La Tuta”, se financiaban principalmente de los envíos ilícitos de mineral.
Tal como lo ha documentado Revolución TresPuntoCero, las organizaciones criminales voltearon a la minería como una nueva actividad lucrativa, idea que es reforzada por el director general del Fideicomiso de Fomento Minero de la Secretaría de Economía, Armando Pérez Gea, quien además dice que el narco buscaba una “moneda dura”.
Desde su perspectiva, el mineral les funciona para intercambiarlos por los ingredientes que emplean en la fabricación de drogas sintéticas. De esta forma, según explica el funcionario, se ocultan los recursos obtenidos del narcotráfico y generan nuevos.
A pesar de que la crisis parece grave, Cantú, que acepta la caída drástica vivida en menos de un año, también acepta que se busca un negocio sano, aunque el nuevo sistema de permisos exportadores ni siquiera se haya implementado todavía.