(31 de mayo, 2015).- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), dio a conocer que es México uno de los dos únicos países de Latinoamérica donde aumentó la pobreza y la indigencia entre 2011 y 2013.
Con una tasa anual de 0.4 % en dicho periodo, el otro país fue Venezuela, donde la pobreza se incrementó 6.7 % y la indigencia 2.7%, señaló la CEPAL en su más reciente estudio difundido, donde expone la nueva coyuntura económica y social de América Latina y Europa, esto a propósito del encuentro que los jefes de gobierno de ambas naciones tendrán el 11 y 12 de junio próximos.
Por su parte la OCDE, explica que la pobreza relativa, entendida como “aquellos que aún trabajando no alcanzan un nivel de ingresos superior al 50 % de la media, también ha vuelto a crecer en México. Descendió de manera continuada desde 1996, pero volvió a incrementarse a partir de 2007”.
Asegurando que si se toma como referencia los niveles justo anteriores a la crisis, la pobreza se ha incrementado en México en 3,5 puntos porcentuales y, al contrario que en la mayoría de los 34 Estados representados en la OCDE, la pobreza también aumentó entre los mayores.
“Los ancianos siguen siendo el grupo de edad con mayores índices de pobreza y, al mismo tiempo, la pobreza entre los niños también es alta, la segunda más elevada de la OCDE después de Turquía”, agrega el más reciente informe de la organización.
Las capas más desfavorecidas de la sociedad mexicana son vulnerables a la adversidad económica, añade la OCDE, que aboga por implementar políticas sociales de mayor eficacia que el programa Cruzada Nacional Contra el Hambre, iniciado en 2013.
Otro de los problemas que aquejan a México, según la OCDE, es la desigualdad salarial, encontrándose en los primeros lugares de ésta. Informando que “aunque la desigualdad descendió hasta la mitad de los años 2000, ha vuelto a crecer a partir de la reciente recesión”.
Asegurando que la crisis económica ha afectado con mayor virulencia a los más pobres de México, en lo que respecta a los salarios, la crisis económica también ha afectado con mayor virulencia al mismo grupo, explicando que, mientras que entre 2010 y 2012 los ingresos medios por hogar en México se mantuvieron casi inalterados, los sueldos entre el 40 % más pobre de la población cayó un 3 %, indicó la OCDE. “En términos reales, los ingresos medios del 10% más pobre en 2012 eran inferiores a los de 1984”.
Según datos de UNICEF, a poco más de 50 millones de mexicanos no les alcanza sus ingresos para cubrir las necesidades básicas respecto a salud, educación, alimentación, vivienda, vestido o transporte público, incluso dedicando todos sus recursos a estos términos.
Casi veinte millones de personas, sufre carencias alimentarias, de los cuales 7.2 millones habitan en zonas urbanas, mientras que 12.2 millones pertenecen a zonas rurales.
Además de la pronta implementación de mecanismos que mejoren la situación de pobreza en el país, otros de los problemas sobre los que la OCDE recomienda a México que actúe, son las desigualdades educativas o la “informalidad” del mercado de trabajo, sin seguro social ni pensiones.
Las autoridades de ese país, a juicio de la OCDE, deberían centrarse en cuatro ejes: promover la inclusión de la mujer en el mercado de trabajo; generar puestos de trabajo de calidad; reforzar la calidad de la educación, e incrementar la formación continua durante la vida laboral.
El estudio de la OCDE señala que Chile, México, Turquía, Estados Unidos e Israel son los países desarrollados con más desigualdad, frente a la mayor armonización salarial de Dinamarca, Eslovenia, República Checa y Noruega. “Al no atacar las desigualdades, los gobiernos cortan el tejido social de sus países y dañan el crecimiento económico a largo plazo”, subrayó José Ángel Gurría Treviño, secretario general de la OCDE.