Por: Natalia Antezana
tw: @natalia3_0
Cualquier tipo de violencia en contra de las mujeres, niñas y jóvenes es una forma de discriminación y una violación de los derechos humanos. Ésta, en cualquiera de sus formas, es “inaceptable, inexcusable e intolerable”.
La violencia contra la mujer ha pasado de lo privado al dominio público y, por lo tanto, a un ámbito de responsabilidad de los estados. La problemàtica con respecto a la violencia hacia las mujeres se puede desglosar en diferentes campos: la violencia psicològica, laboral, social, física, entre otras, que pueden llegar al homicidio.
Los asesinatos selectivos por razones de género son llamados femicidios o feminicidios.
En el caso mexicano, en el año 2012 se produjeron grandes avances en la esfera legal. Se realizaron reformas al Código Penal Federal para tipificar y sancionar los delitos de feminicidio y de otras figuras jurídicas para garantizar a las mujeres el acceso a la justicia y combatir la impunidad.
No obstante, nos estamos enfrentando a un fenómeno más complejo donde se conjuntan infanticidio, asesinato de mujeres jóvenes –cuando muchas de ellas se están convirtiendo en madres– y de ancianas.
El año 2010, en México se registraron 2,335 defunciones femeninas con presunción de homicidio, es decir 6.4 homicidios al día. En el quinquenio del 2005 al 2010, se han llevado a cabo 9,385 muertes de mujeres en las que se presumió un homicidio.
Chihuahua se encuentra en primer lugar, con 32.8 defunciones con presunción de homicidio por cada 100 mil mujeres, un número 8.1 veces mayor al promedio nacional y casi una cuarta parte del total del país. El estado que le sigue es Durango con 10.7. Y luego se encuentra Nayarit con 8.8 defunciones femeninas con presunción de homicidio, más del doble del valor nacional.
La muerte con presunción de homicidio en las mujeres es relativamente independiente de la edad, lo cual abona al supuesto de que son asesinadas por el hecho de ser mujeres. Sin embargo en el ùltimo quinquenio ya es clara la preponderancia del grupo 20-24 años de edad.
De la misma manera, podemos observar que una de cada tres defunciones femeninas con presunción de homicidio ocurridas en 2010 tuvo lugar en la vivienda y el 42.6 por ciento de las mujeres sufrieron la agresión en la vía pública.
Es urgente que las instituciones pongan ènfasis y atención en problemáticas tan cotidianas y de afectación general como es el caso de los feminicidios.
La mitad de la población es femenina: somos hermanas, madres e hijas, que estamos expuestas a la violencia de género y a los feminicidios.