Por: Zazil Carreras
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Julian Assange ha confirmado que desea tener más influencia en el mundo de la política mediante la creación de un nuevo partido, el partido WikiLeaks.
El fundador de WikiLeaks también expresó su confianza en conseguir un escaño en el Senado durante las elecciones federales que Australia celebrará el próximo 14 de septiembre para librarse de las acusaciones presentadas en su contra.
Assange, que reside en la embajada de Ecuador en Londres, desde el 19 de junio de 2012, gozando de asilo político para evitar ser extraditado a Suecia acusado cometer delitos sexuales, ha llamado la atención de los medios desde que WikiLeaks comenzara su labor.
WikiLeaks se define como una organización sin fines de lucro que tiene la finalidad de dar información y noticias de relevancia al público. Conformando un sistema innovador, seguro y anónimo, esta organización permite a sus fuentes la filtración de información a sus periodistas quienes publican la información original junto con sus textos para que, quienes la reciban, puedan ver las evidencias sobre los hechos filtrados.
Los principios bajo los cuales se guía son la defensa de la libertad de expresión y la publicación electrónica, el mejoramiento de los registros históricos comunes, así como apoyar el derecho de las personas a crear una nueva historia, principios derivados de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en particular de su artículo 19 que inspira el trabajo tanto de periodistas como de voluntarios.
A pesar de que los planes de Assange para la creación de un nuevo partido australiano han sido bien recibidos por quienes lo apoyan, aún se encuentra lejos de ser un senador.
Para obtener un escaño en las elecciones generales, los candidatos necesitan obtener aproximadamente el 14.3 por ciento de la votación nacional. Tradicionalmente, los partidos minoritarios ocupan senadurías por el principio de representación proporcional y no por el gran porcentaje de votación mayoritaria.
Por otro lado, para ganar un lugar en la Casa de los Representantes, se requiere que el candidato gane con el 50 por ciento más uno de los votos en un distrito. Esto también representa una dificultad para los partidos minoritarios. Adam Bandt, del partido de los Verdes, es el único candidato que ganó unas elecciones generales (2010) para ocupar un lugar en la cámara baja del parlamento desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, la decisión de Assange de crear un partido político para ser el candidato del mismo al Senado, en lugar de contender como un candidato independiente, es una decisión certera. De seguir el camino como candidato independiente, tendría que enlistarse junto con una cantidad indefinida de aspirantes, lo que debilitaría la cantidad de apoyo que pudiera recibir el día de la elección.
Como representante de un partido, Assange aparecería junto a los candidatos de los demás partidos en la boleta electoral, por lo que votar por WikiLeaks sería tan simple como colocar el número “1” en la casilla correspondiente. Esto no solamente permitiría que votar por WikiLeaks sea más sencillo, también potencializaría la capacidad de Assange de ser electo a través de la preferencia de los votantes.
De acuerdo al reporte de algunos medios, Assange sería un candidato competituvo, pero si de alguna manera no fuera exitoso en sus intenciones de ganar un puesto como senador, a través de la preferencia podría lograr ser uno de los políticos con mayor impacto en Australia.
En las elecciones recientes, la preferencia ha sido crucial en llevar a partidos minoritarios al Senado. En 2004, por ejemplo, el partido Primero la Familia ganó solo el 1.9 por ciento de las votaciones en Victoria, pero la preferencia que tenía en Labor significaba que aún podía ganar un lugar en el senado.
En 20120 el Partido Democrático Laboral, un partido que se creía muerto en la política australiana, logró llegar al senado con tan solo el 2.3 por ciento de la votación en Victoria. Las preferencias que tenía con respecto al resto de los partidos le consiguieron el lugar.
La lección para WikiLeaks es la siguiente: debe generar una serie de preferencias benéficas en los diferentes estados australianos para incrementar sus posibilidades de ganar representación rumbo al senado.
Pero aún antes de pensar en las preferencias, WikiLeaks tiene que enfrentar asuntos más inmediatos. El primer requisito es que debe lograr al menos 500 miembros para poder registrarse como partido ante la Comisión Australiana Electoral. El segundo requisito es que necesita ser constituido con bases sólidas y tercero, necesita apoyo y recursos materiales y económicos antes de que se pueda iniciar una campaña electoral.
Como partido, WikiLeaks necesitará comprometer a sus miembros a incrementar su presencia pública en la vida política. Con más de 1.7 millones de seguidores en twitter, el partido podría ser potencialmente uno de los que más apoyo ciudadano tendría, si se toma en cuenta que esta cantidad de personas no son en su totalidad ciudadanos australianos.
En términos electorales, WikiLeaks podría obtener mayor apoyo en los lugares donde el partido de los Verdes se ha desempeñado con mejores resultados; en zonas metropolitanas con votantes jóvenes y con niveles de educación supriores, donde exista una mayor cantidad de propietarios de inmuebles que gente que rente. Si bien no tendría la capacidad de desbancar a los Verdes, es en este tipo de regiones en donde se encuentran los principales seguidores y promotores de WikiLeaks: personas de clase media a media alta, con acceso a internet.
Si su candidatura es exitosa, Assange podría contender al senado siempre y cuando se encuentre en capacidad de votar en las elecciones federales de Australia. Es un ciudadano australiano que no ha sido condenado por traición u ofensas castigadas con más de 12 meses de prisión ni ha sido declarado en banca rota, que serían los únicos impedimentos legales que tendría para contender.
El intento de Assange por entrar al parlamento australiano no cambiaría la vida política de Australia, por el contrario, continuaría la tradición de los partidos minoritarios con metas específicas que tratan de influenciar el debate político.
La semana pasada, los partidarios de Assange lo inscribieron para votar en el estado de Victoria, un paso necesario para ser nominado como candidato. De ser electo comenzaría sus funciones como senador, lo cual probablemente lograría la meta principal del fundador de WikiLeaks: que el Departamento de Justicia de Estados Unidos desista de la investigación en su contra al igual que el gobierno británico, para evitar la creación de un pleito diplomático pues considera que “el costo político de la actual crisis será mayor.”
