La organización civil Gestión Social y Cooperación (Gesoc) sostiene que el 85 por ciento de los programas sociales que aplica actualmente el gobierno federal y que representan 55.6 por del gasto público de 2015 no resuelven el problema de pobreza y desigualdad para los cuales fueron creados. Según el Índice de Desempeño de los Programas Públicos Federales 2015 (INDEP), realizado por Gesoc a 161 programas sociales, al menos 43 son una verdadera “caja negra” donde ni siquiera se reporta la población potencialmente beneficiaria o el avance en sus indicadores y sólo 10 tienen un nivel de desempeño óptimo.
De acuerdo con Gesoc, esos 43 programas tuvieron un presupuesto asignado de 75 mil 256 millones de pesos, y es prácticamente imposible saber qué ha pasado con ellos a lo largo del año. Entre los programas más opacos se encuentra el de “Implementación de operativos para la prevención y disuasión del delito”, de la Secretaría de Gobernación, a cargo de Enrique Galindo Ceballos, que tiene un presupuesto de 20 mil 378 millones 753 mil pesos este año. Otra “caja negra” es el Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria, a cargo de la Sagarpa y del funcionario Ricardo Aguilar, y cuenta con más de 6 mil 444 millones de pesos. El programa de Escuelas Dignas de la SEP es otro que destaca en opacidad, con un presupuesto de 3 mil 300 millones de pesos, que maneja Miguel Ángel Vega Vargas.
Hay otros 47 programas catalogados como “poco eficientes”, que cuentan con un presupuesto de más de 108 mil 605 millones de pesos. Gesoc considera que bajo las condiciones actuales, al menos 8 de cada 10 programas sociales no pueden cumplir con el propósito para el cual fueron creados. El director general del Gesoc, Alejandro González, ya presentó el INDEP en la Cámara de Diputados ante legisladores de la Comisión de Presupuesto, a quienes pidió un mejor análisis de los programas sociales que simplemente no están funcionando. Sostiene que la calidad del gasto social ha empeorado significativamente este año respecto de 2014, y lamenta que con el pobre manejo de los recursos públicos y la opacidad de los programas sociales no es sorprendente que la población en pobreza del país haya crecido en los últimos años.


