spot_img
spot_img

Violencia e impunidad, los pilares del gobierno de Javier Duarte

- Anuncio -

Veracruz es hoy una de las principales capitales de la violencia e impunidad, que a su vez son los pilares del gobierno de Javier Duarte, que ante el aumento de las desapariciones forzadas (5000 %), se evidencia la manera que con desdén y fastidio desprecia constantemente a las familias de las víctimas.

Las vidas que conforman las desgarradoras cifras de desaparición forzada en Veracruz aumentan a diario, ante un gobierno cómplice que ante la gravedad de la problemática no está dispuesto a contener la crisis, pero sí a acrecentarla, puesto que sus fallidas ‘estrategias’ de seguridad pública no parecen consecuencia de una equivocada implementación, sino de una permanente tibieza -a propósito- para ejercer justicia.

Javier Duarte no rechaza la desaparición forzada, pero sí a las victimas de tal delito  y a sus familiares y aunque dicha inacción es sumamente alarmante en el frágil contexto de derechos humanos que vive la entidad, la liberación de la práctica diaria de dicho delito, pareciera ser más la estrategia de control del gobierno de derecha, a quien constantemente se le reconoce más por llamarlo ‘asesino’, que por algún mínimo logro obtenido durante su mandato.

Veracruz se ha convertido en uno de los principales fracasos en materia de seguridad pública a nivel nacional, sin embargo, como cualquier mediocre priista “no pasa nada”, ha asegurado en innumerables ocasiones Duarte.

El poder judicial también es parte importante de la corrupción y no castigo que produce mayores desapariciones forzadas, siendo el de Veracruz un gobierno autoritario los años y las décadas pasarán, y madres, padres, hijos e hijas, esposas y esposos seguirán buscando los restos de sus seres queridos, mientras exijan justicia a un Estado que es omiso y/o provoca las desapariciones forzadas, como método de terror.

Lo anterior no es más que la liberación de policías para que en forma violenta ‘detengan, que para eso pagan’. Durante este mandato, se ha visto a un Duarte cínicamente sereno mientras alguien apaga los incendios creados por él. Así es posible que en Veracruz al carecer de un registro detallado de detenciones, lejos de colaborar, permite a las autoridades negar toda responsabilidad y lavarse las manos ante la comisión de desapariciones forzadas.

¿Cuántos veracruzanos habrán muerto producto de levantamientos, secuestros, venganzas por alianzas con el crimen, desaparición forzada y tortura perpetrada tanto por delincuentes, como por el gobierno estatal? Si las cifras exhibidas ya son exponencialmente desgarradoras, la cifra negra lo es más. A diario están muriendo decenas de personas en distintos puntos de una de las entidades más peligrosas del país, la gente calla y no le queda más que tragarse el dolor, ese que ha provocado durante décadas los gobiernos de derecha, cuyos brazos de poder y sometimiento siempre  son la violencia y la impunidad.

- Anuncio -spot_img
- Anuncio -

MÁS RECIENTE

- Anuncio -

NO DEJES DE LEER

- Anuncio -