Samantha Páez/Corresponsal
(06 de junio, 2016. RevoluciónTRESPUNTOCERO).- La jornada electoral para elegir al nuevo gobernador o gobernadora en Puebla se realizó en medio de acusaciones por la compra y coacción del voto, así como el hackeo de la página del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP).
Este 5 junio los poblanos votaron al sucesor de Rafael Moreno Valle Rosas, quien ha sido acusado por el encarcelamiento de líderes sociales y el derroche de recursos públicos en obras de relumbrón.
El delfín morenovallista, Antonio Gali Fayad, aspirante a la gubernatura por parte de Acción Nacional, se dijo el ganador de la contienda. Por su parte la candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Blanca Alcalá Ruiz, sostuvo que esperará los resultados oficiales.
En tanto que la perredista Roxana Luna Porquillo manifestó que impugnará los comicios y la independiente Ana Teresa Aranda Orozco sostuvo que buscará reforzar su proyecto para la gubernatura 2018.
Hackean el PREP
Desde el sábado pasado el PRI denunció el supuesto hackeo del PREP por parte de la compañía Haking Team, misma que fue contratada por el gobierno del estado para espiar a opositores políticos y periodistas.
Jorge Estefan Chidiac, dirigente estatal del tricolor, señaló que el ataque al portal del PREP fue operado por el subsecretario de Gobierno, Luis Arturo Cornejo, a través de la introducción de un virus.
El propio presidente del consejo del Organismo Público Local Electoral (OPLE), antes Instituto Estatal Electoral (IEE), Jacinto Herrera Serrallunga, dijo este domingo que el portal tuvo problemas de visualización por presuntos ataques cibernéticos.
Compra de votos al por mayor
Camionetas de redilas y taxis de la Central Angelópolis llegaron de manera continua a San Andrés Azumiatla, junta auxiliar de la ciudad de Puebla, las personas se bajaban y casi de forma inmediata se dirigían a las casillas, sólo hicieron una breve escala para recibir de manos de presuntos operadores políticos un refresco o algo de tomar.
Adentro de los centros de votación mujeres, ninguna de ellas acreditadas con credencial o chaleco del Instituto Nacional Electoral (INE), esperaban a los electores con listas, verificaban su credencial de elector, los tachaban de una lista y los encaminaban a la casilla donde les correspondió votar.
Los operadores, a claras luces del Partido Acción Nacional (PAN), estuvieron presentes no sólo en Azumiatla, también se les vio en la junta auxiliar Ignacio Zaragoza y en colonias populares como Castillotla.
Durante esta jornada electoral se visitaron siete casillas, en todas ellas se ubicaron a grupos de personas con listas que se acercaban a los electores para que les mostraran su credencial de elector y luego ponían una marca al lado de su nombre. Los operadores llamaban por teléfono de forma constante e, incluso, tomaban fotografías.
Operadores dentro de las casillas
La escuela Emiliano Zapata de Azumiatla estaba llena de vendedores ambulantes de helados, nieves y fruta con chile, no parecía que allí estuvieran colocadas las casillas para votar en nuevo gobernante, lucía más como una verbena popular.
Entre la multitud que estaba dentro del centro de votación se destacaba una figura, su camisa azul y pantalón color claro resaltaban entre los sombreros y los huaraches usuales en los habitantes de la junta auxiliar.
Se trataba del ex regidor panista José Luis Carmona Ruiz, integrante del Cabildo durante el mandato de Eduardo Rivera Pérez, quien como el resto de los operadores usaba su teléfono de manera constante y luego se hizo seguir por algunos de los pobladores hasta atrás de unas camionetas, las mismas en las que minutos antes llegaron los acarreados.
Un ciudadano que estaba presente se acercó a esta reportera para denunciar que el señor de azul -Carmona- dijo cuando pasó a su lado que se pagarían 500 pesos por voto. Aseguró también que lo vio en la escuela desde la mañana.
En otra de las casillas una señora con su bebé amarrado a la espalda aseguró que un tal “Ángel Orta” le ofreció una despensa a cambio de su voto a favor de Blanca Alcalá Ruiz, candidata del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La ciudadana dijo que las despensas se estaban repartiendo en un portón verde al lado de lugar donde se venden carnitas.
Sin embargo al acudir al sitio se observó una imagen de Antonio Gali Fayad, aspirante del Partido Acción Nacional (PAN), afuera había decenas de personas tomando refrescos y comiendo tacos o elotes. Allí mismo un hombre de sombrero y camisa vaquera azul gritó a otro, que llamaba por celular en ese momento: “Manda más gente”. De forma inmediata se movilizaron los taxis Angelópolis.
Compra de votos en sitios populares
Una situación similar se percibió en Castillotla, donde varias personas –sobre todo mujeres- se colocaron en la entrada de las casillas con listas, se acercaban a cada a los ciudadanos que acudieron a votar. Luego hacían anotaciones en sus listas.
En otro lado de la ciudad, a escasos 10 metros de la casilla del Jardín de Niños 5 de Mayo, en la junta auxiliar Ignacio Zaragoza, tres sujetos sentados afuera de una tienda decían a los transeúntes que se dirigían a votar, que uno de los vecinos estaba pagando por votar.
Metros más abajo, en la rotonda conocida como Cinco Llaves, un grupo de entre 10 a 15 personas ostentaba hojas de listas en la mano y detenía a cada uno de los coches que pasaban por la avenida. Se les acercaban a la ventanilla y hablaban con cada uno de los conductores.
El líder parecía un sujeto de bastón y pelo cano, también con ropa deportiva que en algún punto gritó “¡vamos ganando!” mientras regresaba al kiosco de la rotonda. Otra de las mujeres que lo acompañaba dijo estar desde temprano y pidió se le llevara una torta.
En otra de las casillas de la junta auxiliar hubo inconformidad de los pobladores por la apertura tardía. Al momento en el que se llegó al lugar, recién se verificaba la presencia de los representantes partidistas y se corroboró la ausencia de observadores electorales.
Agreden a periodistas
Organizaciones sociales documentaron siete agresiones contra periodistas en el estado de Puebla durante la cobertura electoral, donde destacan los actos de intimidación y amenazas por parte de funcionarios municipales y representantes de los partidos políticos.
Artículo 19, asociación internacional que defiende la libertad de expresión, dio a conocer que el viernes pasado se instauro la Red Rompe el Miedo en el estado para monitorear la cobertura de periodistas y personas defensoras de derechos humanos durante la jornada electoral del domingo 5 de junio.
El año pasado Puebla y Oaxaca empatan en el primer lugar en agresiones contra periodistas durante la jornada electoral del 7 de junio, cuando se eligieron a diputados federales.
En esta ocasión documentó una agresión contra Heriberto Hernández, Corresponsal del Sol de Puebla, en el municipio de Venustiano Carranza por parte de un representante del Partido Acción Nacional (PAN).
Así como un acto de intimidación a los reporteros y reporteras de la sala de prensa del Instituto Estatal Electoral (IEE) por parte del personal de Puebla Comunicaciones, que estuvo grabando de manera constante y sobre todo cuando los comunicadores hacían comentarios referentes a la elección.
Por su parte la enlace de la Casa de Derechos de Periodistas en Puebla y de la Plataforma de Periodistas de la organización Freedom House, Claudia Martínez, dio a conocer en su cuenta de Facebook que los periodistas Aranzazú Andrade y Francisco Ansaldo, del Canal 3 de la televisión de Zacatlán, quienes fueron agredidos por elementos de la policía municipal, al momento de seguir una pista de venta de votos.
Asimismo previo a la jornada de este domingo, en el municipio de Ciudad Serdán Francisco Bello, reportero del periódico La Opinión y de la estación de radio La KBuena, fue agredido físicamente por Irwing Bello, secretario general del ayuntamiento, quien lo golpeó en el rostro cuando hacia la cobertura de un cateo a una casa de seguridad del PRI.
En tanto que en Teziutlán, el periodista Héctor Luna, reportero del periódico local La Jeringa, fue privado de su libertad por elementos de la policía municipal, por órdenes de Karla Martínez Gallegos, presidenta del patronato del asilo municipal, por documentar la existencia de despensas con fines partidistas.
