Peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Zacatecas (PGJEZ) exhumaron ayer los cadáveres de nueve personas de siete fosas clandestinas ubicadas en los municipios de Pánuco y de Villa de Cos de ese estado.
De acuerdo a reportes, un grupo de delincuentes tenían un campamento al pie de un arroyo ubicado en Pozo de Gamboa, en donde practicaban tiro al blanco y se drogaban, y en donde además torturaron, asesinaron y enterraron a ocho personas.
No se descarta la posibilidad de que entre las víctimas podrían estar un agente de tránsito de la ciudad de Zacatecas y el coordinador del grupo de reacción inmediata de la policía municipal de Fresnillo, quienes fueron secuestrados por presuntos integrantes del crimen organizado.
Información preliminar refiere que las personas ahí enterradas no tenían más de dos semanas de haber sido asesinadas.
La investigación inició hace una semana, cuando por la zona se encontró un automóvil abandonado (el cual estaba reportado como robado) y un par de días después, un vecino del lugar halló a un hombre herido, el cual fue auxiliado y llevado a un hospital. Así el miércoles, los peritos de la Procuraduría y agentes de la Ministerial llegaron al lugar y hallaron los primeros indicios del campamento.