La Organización Internacional del Trabajo (OIT) recalcó con base al informe Políticas de formalización del trabajo doméstico, que las trabajadoras del hogar en México son de las más desprotegidas de América Latina, ya que no tienen acceso a seguridad social, y aunque legalmente tienen derecho a un salario mínimo, en muchas ocasiones entre el 20 y 60 por ciento de su sueldo se les paga en especie.
“Prevalecen los mayores rezagos al no habilitar esquemas que respondan adecuadamente a los tipos de jornada (tiempo parcial o completo) cantidad de empleadores, con retiro o sin él de la casa donde labora. Las posibilidades de acceder al seguro social son muy limitadas”.
A esta problemática en los rezagos jurídicos y violación a los derechos humanos de las trabajadoras en México se suma El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana.
En temas de descanso o vacaciones para las trabajadoras se brinda un periodo de seis días máximo, mientras que en países como Brasil y Panamá se da un mes.
Los contratos con las trabajadoras en su mayoría se hacen de manera verbal y el caso de migrantes, a pesar que se exige un contrato escrito para que las personas puedan gestionar un permiso laboral y regularizar su situación, no se hace.
Por ello la OIT instó a México a revisar la normativa laboral del artículo 189, la cual busca eliminar todos los elementos que discriminan a las personas que realizan trabajos domésticos, formalizando y mejorando las condiciones para las trabajadoras del hogar.
En México hay alrededor de 2.3 millones de personas que realizan trabajo doméstico, y el pasado febrero, tras seis meses de retraso, nació con 500 integrantes el primer Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadores del Hogar.
