Lo que hasta hace unas semanas parecían ser corrientes enfrentadas, repentinamente podrían dejar de lado sus diferencias y hacer una fuerza de izquierda sólida, en contra de la corrupción y la decadente derecha oligárquica y neoliberal. Lo cual solamente podría resultar positivo si se ven directamente a los ojos y se plantean las reglas, que a decir por escenarios pasados, debe ser MORENA quien condicione a un PRD venido a menos, producto de su constante acercamiento al Prianismo.
El cada vez más visible triunfador presidencial Andrés Manuel López Obrador, hoy tiene como oponente a una derecha que trata de contender con falsas promesas de ‘nacionalismo’, que los electores desilusionados han dejado de creer. Pero no por esto la victoria sería fácil para una izquierda fragmentada.
Teniendo un país harto del grupo de políticos corruptos que han creado un Estado podrido que ha afectado, principalmente en este sexenio, hasta las altas clases sociales, resulta fácil de entender la sacudida que MORENA le ha dado a la derecha y a la antigua izquierda, en elecciones pasadas, siendo la de AMLO la única voz que perciben honesta.
Hoy tanto el mexicano empresario, como el que conforma la clase obrera, y el desempleado, ven en AMLO la única opción para arrebatarle el poder a la histérica derecha priista. Sin embargo, costará trabajo creer que un PRD que apoyó el pacto por México quiera una coalición por convicción y no para usar a MORENA como un salvavidas ante la inminente caída.
¿Cuál es el proyecto político que la posible coalición MORENA-PRD-PT-MC pueden ofrecerle a un México en harapos? Y es que desde sus trincheras se ha visto lo que cada uno puede lograr, y mientras el PRD va en debacle, Regeneración Nacional ha logrado grandes avances como una de las principales fuerzas políticas, producto del mismo distanciamiento con la antigua izquierda demasiado cercana al ejecutivo ¿Cuál sería entonces la fórmula para que el capital electoral que abandonó al partido del sol azteca, no desconfíe de MORENA, ante una posible unión, con un instituto político al que ha cuestionado con frecuencia?
Por ahora las plataformas están abiertas a un cambio radical, y no se puede subestimar la cantidad de votos que aun posee el perredismo; si bien es cierto, unidas por fin las izquierdas llegarían a la presidencia con una amplia ventaja; la principal tarea hoy es entonces, demostrar que se lucha por ideales y la regeneración del país, convencer a toda una nación que México -con ambas corrientes unidas- no estará a la venta.