La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) alertó que “17 de las 20 ciudades más pobladas del país están asentadas en zonas afectadas por procesos de degradación de tierras, sequía y desertificación, lo que representa un riesgo para la población”. También señaló que provoca el aumento de fenómenos migratorios y desplazamiento forzado interno, generando así un incremento en los índices de pobreza, informó El Universal.
En el marco del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía advirtió que “la degradación de las tierras tiene efectos devastadores e irreversibles para la población y el medio ambiente”.
De acuerdo con estimaciones del estudio para la determinación de la Línea Base Nacional de Degradación de Tierras y Desertificación, realizado en 2013 por la Comisión Nacional Forestal, 63.02% de la superficie del país presenta desertificación, en mayor o menor medida, lo que afecta a aproximadamente 63 millones de personas que habitan en esa área.
Destacó que ese panorama “indica que el problema asociado a la disminución o pérdida de la capacidad productiva de las tierras del país es grave”, y por ello es imperativo que se establezcan planes y acciones para revertir el proceso. Señaló también que habitantes de “17 de las 20 ciudades más pobladas del país están viviendo en zonas afectadas por procesos de degradación de tierras, sequía y desertificación”, señala la información.