Esta semana, nuestra Medalla de Horror se la lleva “Brozo”.
La razón, arriesgadas declaraciones respecto a los mexicanos. Y es que el personaje interpretado por Víctor Trujillo dijo esta semana en su programa de radio que en las conferencias matutinas hay un “elenco fijo de gente que tiene papel de reportero y todo mundo los conoce”.
Y ese no es el problema. Total. De resultar cierto, el gabinete de la 4T tendría mucho que explicar. La cuestión es que no hay pruebas para sostenerlo y para rematar -y sin razón tildó de “perrada, ignorantes y corrientes” a todos los seguidores del Andrés Manuel López Obrador y militantes del Movimiento de Regeneración Nacional.
Las redes ardieron. Chumel Torres -sí, el youtube star autoproclamando punta de lanza de la opinión nacional millenial – entre otros célebres personajes, le defendieron, pero otro gran porcentaje de usuarios se le fueron a la yugular. Tanto fue el alboroto que el tema se convirtió en Trending Topic.
Al otro día, de la indignación pasó a la gratitud y comenzó su programa diciendo:
“Para agradecer a todos los que se fueron al cuello, a todos los que quisieron ver cómo me podía desangrar en dos días. A todos lo que me quisieron pisar con zapato ajeno con bota prestada. Y un abrazo a todos los que salieron a defender, no a mí, a la libertad de expresión. Fíjate por donde se puede ir ponchando la libertad de expresión”, dijo. Y agregó:
Hasta aquí, a primera vista, no hay conflicto. Se trata de un periodista defendiendo su derecho a pensar diferente. Algo no sólo digno sino defendible.
No obstante, parece que la libertad de expresión es un privilegio de unos pocos. No puede defenderse lo mismo que se sanciona. Y Brozo lo hizo.
Defendió su manera de pensar diferente al resto de la perrada-ignorantes-corrientes-, descalificándola, ¿cómo es eso posible?.
Y es que resulta que alguien osó a confrontar al comunicador a recordar cuando, hace varios ayeres atrás, durante su noticiero reveló un video donde se ve a Bejarano contando fuertes cantidades de dinero de procedencia ilegal. Algo que, claramente, según el creador, estaba planeado.
Se trató del monero Hernández quien, de manera contundente, lanzó desde su cuenta de Twitter que Trujillo:
“Decidió obedecer al poder para armar un montaje y engañar a sus televidentes en uno de los más vergonzosos capítulos del periodismo en México.” escribió, desatando así un amplio y acalorado debate.
El asunto es que, de inmediato, Brozo lo confrontó. La citada libertad de expresión y legitimidad de no estar de acuerdo se esfumó en segundos. Así tras un par de tuits, Hernández terminó la confrontación no son antes cuestionar la ética periodística que tuvo el presentador al transmitir en vivo videos de los cuales no sabía el contenido.
Nadie busca deslegitimar el cuestionamiento a un gobierno cualquiera. Justo eso sería una contradicción imperdonable. Nadie defiende el silencio ni la complacencia porque sí. Esta Medalla es entregada por la incoherencia del discurso:
“Al poder se le revisa, no se le aplaude”, dijo Brozo. Cabe recordar que el “Cuarto Poder” tampoco está exento de recibir reveses. Mientras el tenga un micrófono de frente, deberá también escuchar.
Si bien la irreverencia y el alter ego que supone para Víctor Trujillo su personaje, cabe recordar que durante muchos años, su ejercicio periodístico lo hizo en el seno de los medios hegemónicos a todas luces coludidos con el antiguo gobierno: Televisa.
Defender la libertad de expresión conlleva defender el derecho a disentir, a pesar de nosotros mismos.