Natalia Antezana Bosques / @Natalia3_0
(19 de mayo, 2013).- “¿Inocentes o culpables?… Los dueños de la guardería, el ex gobernador Bours, (Juan Molinar) Horcasitas, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la prensa que dejó de informar…”, aquel 5 de junio, en Sonora, 49 bebés no debieron morir.
Le decían Yeyé de cariño; “siempre le diremos así”, sonríe enternecido y lleno de dolor, Julio Márquez, el papá de quien era Julio César. Yeyé fue asesinado, junto con otros 48 niños y niñas pequeños, al lado de otros 70, que resultaron heridos cuando se incendió la Guardería ABC, en junio de 2009.
“Al hablar, mis manos y mi voz me tiemblan. […] Es muestra de la emoción que siento por el amor que le profeso a mi hijo. ¡Y me llena de orgullo!”, cuenta Julio, con la voz quebrada, cuando tomó el micrófono para expresar su agradecimiento a todas y todos los que han caminado junto con los papás y mamás del movimiento 5 de junio.
Estela, la esposa de Julio y mamá de Yeyé, con un tono dulce, aunque desesperado, dijo que el asesinato de su bebé ha traído consigo una sucesión de cosas espantosas. Mas, “cuando las fuerzas flaquean, en lo que nos apoyamos es en esto, en ustedes”, dijo al público que se encontraba participando en la Velada por la justicia ABC, donde se presentó la dramaturgia, escrita por Humberto Robles, titulada Nosotros somos los culpables.
“Ustedes, dueños de la avaricia, los echaron a las llamas”, dice un fragmento de la obra, que narra la tragedia de la guardería. “Ustedes, nefastos, que el poder detentan, sólo regresen cuando traigan presente el don de la justicia”, se lee en otro.
A casi cuatro años de ese 5 de junio, que nunca debió ocurrir, exigen, exigimos, castigo a los culpables: “Quiero castigo. Quiero castigo. Ni perdón, ni olvido. ¡NO MÁS IMPUNIDAD!”, palabras que emanaron de las bocas de cuatro actores, al interpretar un fragmento de la obra teatral, que no es más que el reflejo del sentimiento y la sed de justicia, de padres y madres, que vieron morir quemados a sus pequeños.
“Nos duele y nos va a seguir doliendo. Aún con la justicia que vamos a alcanzar”, asevera Julio, de la mano de su esposa Estela. Explica que se puede considerar un legado la ley 5 de junio, que no puede permitir “que ningún niño sufra lo que nuestros hijos”.
“Ustedes han hecho suyos a nuestros niños…” le dice a las personas reunidas en la velada, quienes de la mano con los padres, no piensan permitir, de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, el olvido ni el perdón.
A Julio se le quiebra la voz, agacha la cabeza, aprieta la mano de Estela y el público aplaude y aplaude, cada vez con más fuerzas, en muestra de solidaridad. “NO ESTÁN SOLOS / NO ESTÁN SOLOS”, gritan tiernamente todos los presentes.
“Todos los abrazos que nos dan, lo recibimos con amor. Nosotros, sólo somos el vínculo entre ustedes y nuestros hijos”, agrega Julio. El padre, emocionado, expresa que el camino que han recorrido y en el que continuarán, es muy difícil. Sin embargo, todas las personas que los han apoyado en ese andar, les han dado la certeza de que lo están haciendo bien, señaló.
Cincuenta sillas, un pequeño escenario y cuatro micrófonos, son los testigos de ese encuentro de solidaridad que albergó a músicos, actores, padres y madres sin sus hijos e hijas, ciudadanos y ciudadanas, representantes de derechos humanos, luchadores sociales.
La Velada por la justicia ABC, se llevó a cabo en la casa de cultura Jaime Sabines, el 18 de mayo, a 18 días del 4º aniversario luctuoso de 49 pequeños. Ésta, no fue más que otra actividad para seguir informando lo sucedido ese 5 de junio, otra velada para seguir pidiendo justicia, otro evento para reunir la solidaridad de aquellos que hacen suya esta causa, otra reunión, de poco más de cuatro horas, que insta a la sociedad a seguir pidiendo justicia y exige a las autoridades que castiguen a lo culpables.