Durante el sexenio de Felipe Calderón la pieza más importante fue su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, cuya detención se dio a conocer el día de ayer.
Lo anterior de acuerdo con Salvador Camarena, en su columna para El Financiero, pues considera que la piedra angular de la administración de Calderón fue la política de seguridad, marcada por la guerra contra la delincuencia.
“Calderón ató, pues, su destino a García Luna. Y lo defendió en tormentas pérfidas, donde la dignidad recomendaba capitular, corregir, aceptar que su colaborador se había vuelto tóxico, como lo fue en el montaje criminal del caso Florence Cassez, por el cual hoy sigue gente, cuya culpabilidad está en duda, encarcelada.” señala.
En este sentido, recordó que García Luna manipuló la verdad mediática, del caso de una presunta banda de secuestradores donde la ciudadana francesa era una pieza más del montaje prefabricado por el ingeniero Genaro.
Por ello considera que el hecho de que se diera a conocer la detención de García Luna, revienta más allá del ámbito del ex secretario, pues hunde las posibilidades de resurrección de Felipe Calderón que pretendía regresar mediante un nuevo partido.
“Quiere presumir su legado (es un decir), quiere anteponer su método al del presidente López Obrador, quiere mostrarse como un camino óptimo frente al caos actual. O más bien hay que conjugar esas pretensiones en pasado. Eso quería. Porque desde ayer, desde el momento mismo de la noticia de la detención de García Luna, el calderonismo ha quedado desacreditado por completo, desfondado sin arreglo.” recalcó.
Por ello Felipe Calderón no podría convencer a nadie, más que a un puñado de leales de que él no supo los malos pasos de su cercanísimo excolaborador.
“A nadie. Menos a México. Adiós Calderón… y hunde las posibilidades de resurrección del político que pretendía regresar”