Tras su derrota en las elecciones de 2018, el Partido Revolucionario Institucional enfrenta una de sus peores crisis financieras, por lo que líderes del tricolor exigen que se domicilien los pagos de cuotas de sus militantes, además de que han establecido un tabulador de cobro.
Para ello, el partido ya ha hecho una consulta al Instituto Nacional Electoral, y así evitar sanciones como la ocurrida durante el gobierno de César Duarte en Chihuahua, y que en estos momentos no podrían pagar, pues el PRI tiene una deuda de 286 millones de pesos, la cual equivale a un 32 por ciento de sus prerrogativas para este año.
Dicho tabulador de cuotas fue aprobado por el Consejo Político Nacional el pasado 29 de enero, y se señala que los senadores deberán pagar una cuota de 6 mil 500 pesos al mes, los gobernadores y dirigentes nacionales darán 5 mil, los diputados federales 3 mil 700 pesos y los subsecretarios 2 mil 500, pero estos últimos corresponden a un pago anual.
En cuanto a los militantes de base o trabajadores del PRI deberán “donar” 200 pesos por mes.
Algo que llama la atención es que incluso algunos de los trabajadores del tricolor no reciben sueldo, pero aún así deberán cumplir con sus “obligaciones” económicas, sumado a la diferencia de sueldos entre dirigentes, Senadores, Gobernadores y demás funcionarios emanados del PRI.
Tirso Rodríguez, secretario de finanzas del partido será el encargado de implementar el llamado programa de captación de cuotas y aportaciones de militantes y simpatizantes 2020.