(03 de mayo, 2020. Revolución TRESPUNTOCERO).- Se dice que las personas sacan su verdadera personalidad a la luz en momentos de crisis o situaciones extremas. Tal es el caso de Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, quien durante las últimas semanas ha demostrado su talante dictatorial, con pretexto de combatir la emergencia sanitaria por COVID-19.
En su desesperada búsqueda por convertir una pandemia en su trampolín hacia una candidatura por la presidencia, Alfaro da una maroma tras otra rogando por la atención de los medios, sin importar que su discurso y sus acciones se tiñan cada vez más de autoritarismo e irreverencia.
El gobernador que en menos de 16 meses endeudó a Jalisco por más de 15 millones de pesos diarios, se aferró a su idea de derrochar otros 20 millones para comprar miles de “pruebas rápidas”: las mismas que nunca avaló la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ninguna autoridad nacional o internacional; las mismas por las que el gobierno de Inglaterra pidió un reembolso al corroborar su imprecisión.
Alfaro saltó del berrinche de las “pruebas rápidas” al intento de “Brexit del noreste y Jalisco”. Sus siguientes brincos fueron confrontar cualquier medida o declaración que saliera de Palacio Nacional y decirle “pendejos” a quienes no pueden quedarse en casa por ganarse la vida.
Finalmente, el mandatario estatal salió del clóset del fascismo cuando declaró “obligatorias” las medidas de aislamiento social y el uso de cubrebocas, imponiendo sanciones, vigilancia y el uso de la fuerza pública.
También limitó la entrada y salida de la entidad, especialmente para las personas provenientes del Valle de México. “Tolerancia cero”, expresó el mismo Alfaro que en enero de este año le pedía permiso a la Sedena para portar armas de fuego.
De esta manera, y pasando por alto el Artículo 29 de la Constitución, el gobernador se atribuye facultades exclusivas del presidente de la República, evidenciando su deseo exacerbado de serlo, a cuatro años de la contienda.
El mejor ejemplo de las consecuencias del proceder alfarista se observó en un video que pronto se volvió viral: un hombre que había ido a comprar comida fue jaloneado y detenido por policías locales, despertando la indignación de las redes sociales.
“Vine a comprar mi comida. ¿Por qué me quieres llevar?”, expresa tapatío luego de que policías de Alfaro lo detuvieran arbitrariamente
Nota completa: https://t.co/CdPzqc6t8Y pic.twitter.com/mlFTt85ACl
— Revolución 3.0 (@Revolucion3_0) April 29, 2020
Entre los cientos de mensajes y denuncias, Alfaro solo respondió al reclamo de Guillermo del Toro, “echándole la bolita” al alcalde de Tala y a sus uniformados, por obedecer sus instrucciones. Como se habría deslindado del partido que lo llevó a la gubernatura, ahora se deslindaba de sí mismo.
@EnriqueAlfaroR Definicion de brutalidad: Accion desmedida e irracional- sin humanidad. Este es un ciudadano en medio de una pandemia. No un criminal. https://t.co/ZGxFBBMX0r
— Guillermo del Toro (@RealGDT) April 30, 2020
Como se ha visto también en otros países, hay fascistas esperando la oportunidad perfecta para salir del clóset y mostrar su verdadera cara, una que transmita miedo, amenazas e insultos a cambio de supuesta protección y orden. Ahora, el coronavirus ha sido el pretexto perfecto en Jalisco.
