Por Citlali Santos
Juguetes, disfraces, velas, música, flores, todo suma, pero…
Una charla previa sobre sexualidad con tu pareja puede ponerte a ver estrellitas, aún sin ponerle ninguno de los ingredientes anteriores al encuentro sexual.
Obviamente es muy importante que sepas lo que a ti personalmente te gusta o disgusta, así podrás expresarlo sin pena o juicio, y tu pareja tendrá la confianza de abrirse para compartir sus preferencias.
Esta conversación es algo así como la teoría, donde podrás imaginar a ‘tu víctima’ y fantasear para cuando llegue la práctica. Por lo que the pleasure project, diseñó unos ejercicios que a manera de ‘juego previo’ son clave para hacer el amor de manera segura, con conocimiento y sobre todo mucho placer.
Exprésate: Lo que más me asusta de hablar de sexo y placer es__________.
¡¿Qué es?! Desde que te vean desnuda/o, que salga una flatulencia por sorpresa, repetir alguna mala experiencia, o algún tipo de práctica como sexo anal u oral.
No tienes de que temer, todas las personas tenemos miedos y ansiedades en relación con nuestra intimidad.
Comunicar tus inseguridades a tu pareja o alguien de confianza será como girar la moneda, al percibirte ‘descubierto/a’, la próxima noche de aventura, quizá tengas más apertura a experimentar eso que no te atreves.
Este es un ejercicio de autorreflexión. Se trata de que observes hacia atrás en tu vida, mira el pasado e identifica en qué tiempo te volviste consciente del placer en general y del placer sexual en particular.
¿Qué es para ti el placer? ¿Qué te complace? ¿Has planteado esta pregunta a tu pareja? ¿A un grupo de amigos/as?
Al desentrañar este concepto con los demás, te permites ser una persona más abierta con el tema. Notarás que para algunos/as el placer es algo completamente diferente a lo que tu consideras.
Mi pareja se refería al hecho de tener relaciones sexuales como ‘hacer el amor’ Para mí era ‘coger’. Juntos acordamos que nos gustaba más la primera opción o ‘intimidad’.
Cada persona se refiere a actos sexuales específicos a su manera y les hace pensar si conectan o no con los demás.
Este ejercicio también ayuda a revelar algunos mitos y estereotipos, por ejemplo, quizá a tu pareja no le guste tener una sesión ‘porno’ y desee recrear su propia película. O le da vergüenza llamar a su pene o vulva por su nombre correcto.
Protegerse con un método de barrera como los condones es una de las mejores formas para prevenir una ITS y un embarazo no deseado.
No solo eso, cuidarse en pareja fortalece la relación y te hace sexy.
Recuerdo lo increíble que sentí cuando mi compañero me dijo: ‘me gusta mucho estar en la intimidad contigo, y me gusta más porque nos cuidamos’.
Habla con tu pareja sobre el método anticonceptivo que más les vaya bien, te lo repito: ¡cuidarse es muy sexy!
Y después de poner sobre la mesa estos temas… ¡es momento de ponerse sobre la cama o en el lugar que más les guste!