El pasado fin de semana se presentó en Hidalgo la obra “Silvestre”, como parte del Circuito Nacional de Artes Escénicas Chapultepec Títeres y Objetos. Se trata de una propuesta interdisciplinaria de la compañía La Historia de Todxs, la cual llegó el sábado 20 de abril a NeuroForo/NeuroCarpa: Teatro rural y comunitario, en Apan, mientras que el domingo 21 visitó el Foro Arlequín, en Tulancingo.
Un atinado manejo de la corporalidad, junto a un devenir de atmósferas visuales y sonoras—que se construyen con un retroproyector y el goteo de tintas en tiempo real—, propone una mirada crítica a la barbarie, valga la paradoja, del proceso civilizatorio. La naturaleza, que todo lo abarca, cuestiona el salvajismo del ser humano.
Con pertinencia, el montaje deconstruye los emblemas de una especie que, a través de los siglos, se ha concentrado en sofisticar la hostilidad y la crueldad, como es el caso de la guerra y su espiral de violencia.
“¿Qué nos civiliza?”, es la pregunta clave de la puesta en escena. ¿Qué nos acerca o nos aleja a lo silvestre? Andrea Cosette Borges y Raúl Josephe Meléndez siguen, con generosidad y contundencia, el rastro de los opuestos que se tocan: ¿Matar para comer? ¿Destruir para construir? ¿Encarnar para soltar? ¿Pronunciar hasta balbucir? ¿A qué fronteras nos lleva el lenguaje y el pensamiento simbólico?
El transitar de imágenes, movimientos, silencios y encontronazos, durante poco más de una hora, guía al público por una danza que incomoda pero también purifica. Los significantes se contrastan y complejizan, le dan forma a un espectáculo audaz y profundo, de características rituales como proponían Artaud y Grotowski.
Las metáforas atinan a la experiencia de lo humano: concretan donde hace falta claridad, pero abren horizontes donde la interpretación merece expandirse. El proceso físico-dramático avanza como una cacería infinita, a pesar de su abstracción y su estructura no lineal.
Un rifle nos apunta como animales superiores. Un trono se equilibra encima de lápidas y escombros, de errores antiguos. Un poder se erige y se cruza de brazos en la cumbre de la extinción humana. Un conjuro intenta reconciliar lo viejo y lo nuevo. Un lenguaje involuciona hasta desvanecer con locura y ofrendarse en retorno a la naturaleza. La eterna voluntad del átomo busca reinventarse, fracaso tras fracaso. Arbustos y piedras heredan un planeta herido.
La premisa resuena oportuna para estos tiempos: ¿Cómo combatimos la barbarie? ¿Cómo habrá de reconciliarse la humanidad con la naturaleza? ¿Cómo es la experiencia ante la ley universal de la vida y la muerte?