De acuerdo con la agencia de noticias AFP, Rusia lanzó el sábado más de 620 drones y misiles contra Ucrania, en la que causó al menos seis muertos y varios heridos.
“Se lanzaron 26 misiles de crucero y 597 drones de ataque, más de la mitad de los cuales eran ‘Shahed'”, de fabricación iraní, indicó el presidente ucraniano, Volodymir Zelensky.
Por su parte, la Fuerza Aérea ucraniana indicó que derribó más de la mitad de esos artefactos, 25 misiles y 319 drones.
Un misil y una veintena de drones alcanzaron “cinco lugares”, apuntó el ejército del aire, que no dio más detalles.
En general, el oeste de Ucrania no suele ser blanco de los ataques rusos, en comparación con las zonas del este y del sur, donde se concentran los combates.
Pero los bombardeos de este sábado dejaron al menos dos muertos y veinte heridos en la ciudad occidental de Chernivtsi, según el presidente ucraniano.
El ministerio ruso de Defensa dijo haber llevado a cabo un “ataque agrupado” contra “empresas del complejo militar-industrial ucraniano” en Leópolis, Járkov y Lutsk, y contra un aeródromo militar.
“Todos los blancos designados fueron destruidos”, aseveró el ministerio en un comunicado.
Zelensky pidió el sábado a sus aliados que envíen “más que señales” para frenar a Rusia, e insistió en que “el ritmo de los bombardeos aéreos rusos requiere decisiones rápidas, y puede frenarse desde ya a través de sanciones”.
El mandatario llamó a castigar a quienes “ayudan a Rusia a producir drones y a obtener beneficios del petróleo”, cuyas exportaciones son cruciales para su economía.
Previo al ataque ruso, la agencia de noticias RT informó que un edificio residencial fue derrumbado en Jersón, Rusia, tras un bombardeo ucraniano.
Según datos preliminares de los servicios de emergencia, el edificio ha quedado totalmente destruido y se está determinando el número de víctimas. También indicó que hay decenas de personas bajo los escombros.
Además, se informa que los drones ucranianos están obstaculizando la operación de rescate y la evacuación de personas.