Con un despliegue de 63 células operativas y 2,866 elementos, autoridades federales y estatales ejecutaron el Operativo Liberación, con el que se logró desarticular una red de extorsión ligada a La Familia Michoacana, que operaba en el sur del Estado de México.
La operación se desarrolló de forma sim ultánea en 14 municipios, entre ellos Texcaltitlán, Valle de Bravo, Tejupilco y Sultepec, donde se realizaron 52 cateos en establecimientos vinculados a actividades ilícitas. Las acciones derivaron en la detención de siete personas.

De acuerdo con el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, el grupo criminal imponía precios en sectores clave como la venta de materiales de construcción, alimentos básicos y productos agroalimentarios. También controlaba granjas, minas, carnicerías y negocios de distribución de insumos.
El fiscal José Luis Cervantes indicó que estas células sometían a comunidades completas, obligando a comerciantes a operar bajo sus condiciones o abastecerse en puntos controlados por el grupo delictivo. En total, se identificaron 63 establecimientos que concentraban el entramado de extorsión.

Las autoridades señalaron que el objetivo del operativo fue recuperar el control económico y social en zonas donde la extorsión se había normalizado como parte del comercio cotidiano.
