La Ciudad de México se alista para una jornada de movilizaciones. Este sábado se realiza la tercera marcha contra la gentrificación, que partirá del Hemiciclo a Juárez con rumbo a la embajada de Estados Unidos, y ante la expectativa que ha generado el movimiento, el gobierno capitalino lanzó un mensaje claro:
“Rechazo total a cualquier acto de violencia, discriminación o xenofobia”.
Horas antes de que comenzaran las movilizaciones, las autoridades confirmaron que implementarán un operativo especial de acompañamiento, sin revelar el número exacto de elementos que participarán. Lo que sí adelantaron es que personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana contará con equipo básico de protección: cascos, escudos, rodilleras, coderas y extintores. Todo esto, según se informó, para responder ante cualquier conato de incendio o situación de riesgo.
El mensaje fue firme pero conciliador. El gobierno busca que la protesta se desarrolle de forma pacífica, respetuosa y segura, por lo que desplegará personal de distintas dependencias a lo largo del recorrido.
Además, en un intento por reducir afectaciones, brigadas del gobierno local realizaron un recorrido previo por la ruta de la marcha para dialogar con encargados de negocios y comercios, a quienes les recomendaron tomar medidas preventivas para evitar incidentes o daños en sus establecimientos.
La protesta, que en ediciones anteriores ha reunido a colectivos críticos del modelo urbano actual, busca visibilizar los efectos del desplazamiento forzado y el encarecimiento de la vida en barrios tradicionales, impulsado por el auge del turismo extranjero, las rentas temporales y el crecimiento de desarrollos inmobiliarios para personas no originarias.
La mirada está puesta en la capital del país, donde las autoridades aseguran que no habrá tolerancia para los excesos, pero tampoco para el odio.
“La protesta es un derecho, pero la paz es responsabilidad de todas y todos”, concluyó el comunicado.
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