Río de Janeiro – La relación entre Brasil y Estados Unidos se ha tensado luego de que la administración de Donald Trump impusiera aranceles del 50% a varios productos brasileños. En respuesta, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este miércoles un plan de apoyo económico para las empresas afectadas, pero descartó la posibilidad de aplicar la reciprocidad arancelaria, una medida que subiría los impuestos a los productos estadounidenses.
Lula, en un evento público, presentó el plan “Brasil Soberano”, un paquete de ayudas de 30,000 millones de reales (unos $5,500 millones de dólares) en créditos a través del Fondo de Garantía de Exportaciones (FGE). Este paquete también incluye la suspensión de impuestos para las empresas afectadas y la compra gubernamental de productos que han perdido su mercado en Estados Unidos, con la condición de que las empresas mantengan los puestos de trabajo.
Un problema político con consecuencias económicas
Desde que Trump impuso los aranceles, líderes brasileños han criticado la medida. El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, la calificó como “totalmente inadecuada” y sin justificación comercial. Por su parte, el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, afirmó que Brasil “está siendo sancionado por ser más democrático que su agresor”. Lula ha insistido en que las acciones de Trump no son un debate económico, sino político, y buscan “destruir el multilateralismo”.
La tensión escaló aún más cuando, horas después del anuncio de Lula, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, anunció nuevas sanciones contra funcionarios brasileños. La medida ha sido interpretada como una respuesta directa a la situación judicial del expresidente Jair Bolsonaro, aliado de Trump, quien actualmente se encuentra en arresto domiciliario. Lula ha negado rotundamente que el juicio de Bolsonaro sea arbitrario, argumentando que el poder judicial de Brasil es independiente.
La apuesta por la negociación y el multilateralismo
A pesar de las tensiones, Lula ha insistido en que su prioridad es negociar.
“No estamos anunciando la reciprocidad; en este primer momento no queremos nada que justifique empeorar nuestra relación”
En ese sentido, ha anunciado que mantendrá conversaciones con líderes de otros países afectados, como China, Rusia, India, Sudáfrica y México, para fortalecer un frente común. El objetivo es reforzar el multilateralismo y demostrarle a Estados Unidos que “la democracia, el respeto comercial y el multilateralismo vale para nosotros y también vale para ellos”.
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