Sergio Agustín Taboada Cortina, hermano del exalcalde panista de Benito Juárez y miembro del cartel inmobiliario, figura entre los nueve altos funcionarios de la Fiscalía General de la República (FGR) bajo investigación por la desaparición de 900 kilogramos de cocaína que debían ser incinerados, y que presuntamente fueron entregados a un cártel del narcotráfico.
Entre los investigados también están Felipe de Jesús Gallo Gutiérrez, titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC); Jorge Domínguez Martínez Vertiz, alias “El Tiburón”, titular de la Unidad de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol México; y Adriana Campos López, responsable de la Fiscalía Especializada de Asuntos Internos (FEAI).
De acuerdo con las investigaciones de inteligencia de la propia FGR, los hechos están vinculados con la destitución y detención de Arturo Serrano Meneses, titular del Órgano Interno de Control (OIC), acusado de delitos contra la administración de justicia, tráfico de influencias y omisiones graves. La indagatoria señala que Serrano avaló un cambio en el sitio de incineración en Guanajuato, donde en lugar de destruir los 900 kilos de cocaína, se quemó otra sustancia, mientras que la droga real fue presuntamente entregada a integrantes de un grupo criminal.
El 1 de agosto, los investigadores notificaron a Serrano Meneses su destitución y procedieron a su detención. Actualmente permanece a disposición de las autoridades ministeriales federales, mientras se amplía la investigación contra él y los otros ocho funcionarios implicados, incluido Sergio Agustín Taboada Cortina.
La FGR sostiene que el caso involucra a mandos estratégicos de la institución, lo que agrava la gravedad del hecho. La participación de un familiar directo de un político panista de alto perfil añade un componente político que podría intensificar el escrutinio público sobre el caso.
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