Con el paso del tiempo y de los años los niveles de líbido suelen variar.
Y pueden estar potenciados o disminuidos por diferentes factores internos ó externos.
Existen dos personas en el mundo, las que buscan aumentar su apetito sexual y las que buscan reducirlo.
Para esto existen diferentes alternativas y estrategias respaldadas por especialistas para lograrlo.
Según reportes científicos el deseo sexual puede depender en gran medida de los niveles de testosterona pero también influyen factores como:
Los hormonales.
Psicológicos.
Contextuales.
Pues según el blog del Dr. Burgués los niveles de líbido pueden variar y cambiar por tres factores que a veces ni se toman en cuenta.
El gestionar el estrés y el descanso obligatorio:
Pues el exceso de estrés y no tener sueño pueden impactar de manera negativa a la producción hormonal.
Ya que este disminuye la testosterona y el líbido.
Pues el cansancio acumulado puede estar inhibir el apetito sexual pero el tener una gestión eficiente del estrés y descanso normal pueden ayudar a incrementar de manera repentina el deseo sexual.
Calidad de tiempo de la relación de pareja:
Las situaciones emocionales positivas dentro de una relación estable y con comunicación estable pueden aumentar el deseo sexual.
Pues peleas y situaciones complicadas en una relación pueden bajar el apetito sexual.
Cambios hormonales:
Tener desequilibrio en la tiroides ó aumentos en la prolactina y tratamientos médicos específicos pueden alterar el deseo sexual.
Por eso el poner como prioridad el descanso, tener una buena relación de pareja y acudir al médico de manera constante son clave para gestionar el aumento y disminución del deseo sexual.