Un violento intento de asalto a una fábrica de chicharrones en la colonia Barrios Cesteros, en Chimalhuacán, terminó en tragedia para los delincuentes. La madrugada de hace unos días, un grupo de cuatro hombres armados, presuntamente ex trabajadores del lugar, intentó por segunda vez robar el negocio. Sin embargo, esta vez los dueños, cansados de la falta de respuesta de la policía, decidieron defenderse, lo que resultó en la muerte de uno de los asaltantes y la indignación de su cómplice, quien fue captado llorando sobre el cuerpo de su amigo.
Dos ataques, una misma banda: La historia detrás de la defensa
La fábrica ya había sido víctima de un robo en abril, donde los mismos delincuentes se llevaron joyas, celulares y más de 600 mil pesos en efectivo. A pesar de la denuncia presentada, las autoridades no actuaron, lo que dejó a la familia en una situación de vulnerabilidad extrema. Esta inacción policial fue un factor clave para que los dueños decidieran armarse y prepararse para el siguiente ataque.
En el reciente asalto, ocurrido alrededor de las 5:00 de la mañana, los delincuentes llegaron con armas de fuego, incluyendo una pistola con silenciador. Uno de ellos, Alexander Marín ‘N’, alias ‘El Ñoño’, intentó forzar la entrada disparando y pateando la chapa de la puerta. Junto a él, sus cómplices, Daniel Marín ‘N’ (ex trabajador), Leonardo Marín ‘N’, alias ‘El Güero’, y ‘El Chino’, quien esperaba en una motocicleta, también realizaron detonaciones y patadas.
Una vez dentro, los agresores subieron al departamento de la familia y abrieron fuego directamente contra ellos. Fue en ese momento que los habitantes del inmueble, en un acto de legítima defensa, respondieron a la agresión. En el intercambio de disparos, uno de los asaltantes, identificado como José Guadalupe ‘N’, alias ‘El Negro’, quien llevaba una mochila para el botín, resultó herido de muerte por el rebote de una bala. Su cuerpo quedó tendido en el asfalto a unas cuadras del lugar, donde fue grabado su cómplice, Alexander Marín ‘N’ (‘El Ñoño’), lamentando su muerte.
La indignación por la inacción policial y las amenazas
Tras el enfrentamiento, el propietario del negocio se vio obligado a huir por temor a ser detenido a pesar de haber actuado en legítima defensa. Vecinos y locatarios han denunciado públicamente la falta de atención de la policía municipal de Chimalhuacán, bajo el mando del comisario Salvador Hernández, lo que ha llevado a los comerciantes a tomar la justicia por su propia mano.
Las víctimas ya han presentado una denuncia formal ante la Fiscalía del Estado de México, y han revelado que han recibido amenazas de muerte por parte de los agresores sobrevivientes.