Coahuila. Más de 19 años después de la terrible explosión en la mina Pasta de Conchos, la esperanza y el dolor se mezclan para las familias afectadas. Este miércoles 20 de agosto de 2025, el Mando Unificado de Pasta de Conchos anunció la identificación de los restos del minero Julián Martínez Ojeda, sumando así 21 trabajadores reconocidos de los 23 cuerpos recuperados hasta el momento.
Una lucha incansable: La trayectoria de la tragedia
La madrugada de febrero de 2006 marcó una fecha imborrable en la memoria de Coahuila. La acumulación de gas grisú provocó una explosión en la mina carbonífera, dejando a 65 mineros sepultados. Tras los primeros días de rescate, solo se lograron extraer dos cuerpos, y las autoridades federales de ese entonces decidieron sellar la mina, argumentando altos riesgos.
Desde aquel día, las viudas y deudos de los mineros formaron la organización Pasta de Conchos. Su objetivo principal siempre ha sido claro: el rescate de sus seres queridos y exigir justicia para los responsables de lo que han calificado como un “homicidio industrial”.
La promesa de rescatar a los trabajadores fue una bandera de campaña del expresidente Andrés Manuel López Obrador, y durante su sexenio se puso en marcha un plan de rescate que ahora ha sido retomado por la presidenta Claudia Sheinbaum. Este esfuerzo conjunto ha permitido reabrir la mina y, poco a poco, recuperar los restos que por casi dos décadas permanecieron bajo tierra.
Avances y desafíos en la entrega digna
Con la identificación de Julián Martínez Ojeda, ya son 21 las familias que han recibido la dolorosa pero esperada noticia. El Mando Unificado, conformado por diversas instituciones, ha trabajado para entregar la información directamente a los familiares, quienes han optado por compartirla con el resto de la comunidad y la sociedad.
De las 21 familias notificadas, 16 ya han recibido los restos de sus seres queridos de manera digna. Las otras cinco familias se encuentran en proceso de recibir los suyos, y se espera que estas entregas se completen entre este mes de agosto y septiembre.
Aún quedan dos mineros por ser identificados de los 23 cuerpos recuperados. La labor de identificación y entrega es un proceso complejo y delicado, que busca cerrar un ciclo de angustia para estas familias que han esperado casi dos décadas por este momento. La persistencia y el amor de estas familias han sido fundamentales para que la búsqueda y el rescate no se detuvieran, manteniendo viva la memoria de los trabajadores de Pasta de Conchos.