El viernes 26 de septiembre, durante la Conferencia del Pueblo en Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lanzó un mensaje contundente: los adeudos fiscales no se arreglan en privado ni con acuerdos fuera de la ley. Su postura fue una clara respuesta a la propuesta del empresario Ricardo Salinas Pliego, quien un día antes pidió abrir una mesa de diálogo para resolver los créditos fiscales de Grupo Salinas, que ascienden a 48 mil 382 millones de pesos.
“La puerta del SAT está abierta, pero en el marco de la ley”
“Negociación de la ley, nunca. Las puertas del SAT están abiertas a cualquier persona, pero la ley es la ley”, sentenció Sheinbaum.
Agregó que ni ella, ni el titular del SAT, ni el secretario de Hacienda pueden condonar impuestos, pues la Constitución lo prohíbe de manera expresa.
La mandataria subrayó que el caso de Grupo Salinas no es un asunto político, sino estrictamente legal:
“No es un asunto de mala fe, se ha trabajado muchísimo en estas auditorías. Cuando hay adeudos deben pagarse, con derecho a reclamos dentro del marco de la ley. Negociar en lo oscurito ya quedó en el pasado”.
Los 9 créditos que hunden a Grupo Salinas
La procuradora fiscal Grisel Galeano García detalló que el adeudo proviene de abusos en el antiguo esquema de consolidación fiscal, vigente desde 1982, que permitía a grandes consorcios presentar sus resultados como si fueran una sola empresa y así pagar menos impuestos.
De acuerdo con Galeano, nueve créditos fiscales se derivan de operaciones indebidas en los ejercicios de 2008 a 2013. En total suman 48 mil 382 millones de pesos, distribuidos así:
- Ejercicio 2013: 24,968 millones de pesos por no devolver beneficios de consolidación fiscal.
- Ejercicio 2011: 7,501 millones por pérdidas simuladas en acciones.
- Ejercicio 2010: 2,740 millones vinculados a una aerolínea.
- Ejercicio 2009: 3,547 millones por deducciones indebidas.
- Ejercicio 2012: 2,124 millones por inflar pérdidas ajenas a su operación.
- Ejercicio 2008: 2,096 millones por declarar pérdidas indebidas en venta de acciones.
- Ejercicio 2013 (adicional): 4,431 millones por incumplir corte de caja.
- Empresa 3: 67 millones por multas relacionadas con pérdidas infladas.
- Empresa 4: adeudos por deducciones indebidas en viáticos y anticipos.
En conjunto, estos créditos exhiben un patrón de pérdidas artificiales utilizadas durante años para reducir pagos al fisco. La funcionaria precisó que la mayoría de los tribunales ya han dado la razón al fisco y que el caso está a la espera de una resolución definitiva en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La contraofensiva de Salinas Pliego
Unas horas antes, el magnate había lanzado un mensaje en X, antes Twitter:
“Lo que propongo es una mesa de negociación abierta, seria y transparente para que las empresas de mi grupo paguen lo que es justo y corresponde, ni más ni menos, de acuerdo con la ley”.
En su escrito, Salinas acusó que tanto el gobierno actual como el anterior le han dedicado “muchísimo tiempo a atacarlo y calumniarlo”, en lugar de enfocarse en gobernar. Aseguró que lo que está en juego no es un pleito personal, sino la confianza de millones de mexicanos que quieren reglas claras para invertir.
Grupo Salinas quiso elevar el tono
Paralelamente, Grupo Salinas difundió un comunicado en el que acusó al Gobierno Federal de mantener una “persecución política” contra su fundador. Rechazó haber recibido beneficios del Fobaproa o haber adquirido irregularmente TV Azteca, ADN 40 y acciones de Mexicana de Aviación, como lo había cuestionado Sheinbaum en conferencia matutina.
“Sabemos que incomodamos al poder y en Grupo Salinas no nos vamos a callar. Ningún ciudadano o empresa debería ser atacada desde la impunidad del poder público”, advirtió la empresa.
“Nada ni nadie por encima de la ley”
La Presidenta cerró el tema citando a Benito Juárez:
“Nada ni nadie por encima de la ley”.
Reiteró que el SAT seguirá abierto al diálogo técnico, pero que la época de condonaciones y acuerdos a puerta cerrada quedó atrás:
“Cuando juré en el Congreso, asumí hacer guardar la Constitución. Este no es un asunto de política, es un asunto de ley”.
Con el caso en manos de la Suprema Corte, la disputa entre el gobierno y uno de los hombres más poderosos (o más endeudados) del país entra en una etapa decisiva, bajo un principio claro y reiterado: el pago de impuestos no se negocia.