Comprar un chip de celular sin identificación, en cantidad ilimitada, será cosa del pasado. Así lo adelantó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien anunció que con la entrada de la nueva Comisión de Telecomunicaciones se reforzará el control en la venta de tarjetas SIM, como parte de la Estrategia Nacional contra la Extorsión.
“Hoy cualquiera puede comprar 10, 15 chips y usarlos para llamadas de extorsión. Con identificación obligatoria, eso se va a acabar. Igual que cuando contratas un plan, al adquirir un chip deberá presentarse identificación. Eso va a bajar muchísimo la extorsión”, afirmó la mandataria en la Mañanera del Pueblo de este martes 30 de septiembre.
Bloqueos en cárceles y control de datos
La estrategia contempla dos medidas clave: exigir a las compañías telefónicas el bloqueo controlado de señales de celular en centros de reclusión, y regular la compra de chips con identificación oficial.
La información personal de los compradores quedará bajo resguardo de las empresas telefónicas, quienes estarán obligadas a protegerla. Solo mediante orden judicial podrá accederse a los datos si una línea se vincula a un delito.
Iniciativas complementarias al Congreso
Sheinbaum también adelantó que en los próximos días enviará al Congreso iniciativas adicionales para reforzar la recién aprobada Ley General contra la Extorsión, que podría publicarse en las próximas horas. Estas reformas buscan dar más herramientas a las autoridades y blindar a las víctimas.
“Se protege a la víctima y se evita que tenga que regresar a ratificar la denuncia. El Ministerio Público debe actuar de inmediato”, explicó.
Con ello, los casos de extorsión serán perseguidos de oficio, reduciendo la exposición de quienes denuncian y agilizando el acceso a la justicia.
Estrategia integral contra un delito masivo
La presidenta enfatizó que se trata de un plan nacional que combina tecnología, normatividad y protección a víctimas. Con la nueva regulación, la compra de chips será supervisada, se restringirá la señal en cárceles y el Ministerio Público actuará sin trabas burocráticas.
“Es una estrategia integral, de la denuncia al uso de tecnología, para reducir un crimen que ha lastimado a miles de familias en todo el país”, concluyó Sheinbaum.
Con esta ofensiva, el gobierno federal busca cerrar el paso a una de las prácticas más extendidas de los grupos criminales: extorsionar desde la cárcel con chips desechables y sin rastro.