Yo también me emocioné con los levantamientos anticorrupción en Nepal. Pero no todo es como parece en el tranquilo Nepal. La épica de la generación Z nepalí, que impulsa un cambio de régimen para derrocar la corrupción, se enturbia cuando se analizan los sucesos a fondo. Si bien las protestas estallaron tras la censura de plataformas como Facebook y YouTube, el rápido cambio de líder en una nación clave para la política fronteriza entre China e India resulta sospechoso. Esto se debe a que la nueva ministra interina, Sushila Karki, fue seleccionada de forma sumamente opaca a través de un “parlamento digital” en Discord.
Un Nepal políticamente inestable complica los intereses de China para desarrollar la ambiciosa Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), un proyecto titánico para unir Asia continental que perjudica directamente los intereses estadounidenses en esta codiciada región. ¿Quién se beneficiaría con la caída del primer ministro nepalí, Sharma Oli, un gran aliado de Xi Jinping? Curiosamente, esta revolución de la generación Z favorece los intereses de Estados Unidos en la región. A continuación, se explica el extraño orden de los recientes sucesos “electorales” en Nepal.
Utilizar una plataforma estadounidense para crear un congreso web extranjero e improvisado es uno de los hechos más alejados de lo que en Occidente se conoce como democracia. Un dato clave: la nueva ministra interina fue elegida por poco más de 145,000 personas conectadas a un servidor de Discord, propiedad de la ONG Hami Nepali, de un total de 29.5 millones de habitantes. Dicha asociación civil fue creada y liderada por un ex-DJ de 36 años llamado Sudan Gurung, quien ha recibido fondos de empresas como Coca-Cola, Viber y Al Jazeera.
#WATCH | Sudan Gurung, one of the most prominent faces of Gen-Z protests that rocked Nepal, gets emotional while addressing the media in Kathmandu. 😢📣#SudanGurungGenZProteststs #NepalPolitics pic.twitter.com/uSwnoJjrPy
— Moneycontrol (@moneycontrolcom) September 11, 2025
En una estrategia pionera, disfrazada de innovación electoral, los votantes en Discord no tuvieron que acreditar su edad ni su nacionalidad para emitir su opinión. Se atropelló la práctica común del voto popular y surgió una líder inmediata, elegida por tan solo el 0.49 % de los nepalíes. Se trata de una decisión polémica y que no corresponde a los criterios electorales, según los estándares de unas elecciones libres y democráticas dictadas hace décadas por Occidente.
Reacciones internacionales ante la primera ministra Discord
Para el portal alemán Der Spiegel, esto es un “ejemplo de cómo los movimientos de protesta modernos pueden usar la tecnología para el cambio político”, sugiriendo que estas elecciones digitales podrían estandarizarse con el tiempo. Lo cierto es que, una vez seleccionada en Discord, la expresidenta del Tribunal Supremo, Sushila Karki, fue recomendada por los líderes de Hami Nepali al militar Ashok Raj Sigdel, encargado de pacificar el país tras los incendios en residencias de ministros y en el propio parlamento. Este último accedió a nombrarla.
Es decir, se consideró legítima una votación en Discord, una plataforma creada en San Francisco, California. La ministra provisional fue elegida el 11 de septiembre, nombrada interina el 12 y reconocida por Estados Unidos dos días después, el 14 de septiembre. “Algo anda mal”, como diría un icónico personaje de Pixar. El medio chino Global Times no duda en calificar este cambio político como una “guerra de color”, orquestada por la National Endowment for Democracy (NED), financiada casi en su totalidad por Estados Unidos. Medios como India Today señalaron que esta nueva democracia digital no es confiable, al tratarse de un sistema “construido sobre una plataforma de juegos” sin un proceso de verificación transparente.
Sin embargo, para el diario español El País, es un “acto de soberanía popular”. La cadena rusa RT advirtió que Discord puede dar voz a los jóvenes, pero también es un “arma de doble filo” que puede ser infiltrada por fuerzas extranjeras, sentando un precedente peligroso que podría desplazar bruscamente al sistema de voto tradicional. Como ciudadano mexicano, ¿estarías de acuerdo en elegir a tu siguiente presidente a través de una plataforma digital extranjera en lugar de las instituciones electorales tradicionales? Para medios como Le Monde o la BBC, es un interesante caso de estudio legitimado por las protestas en las calles.
El curioso nexo Netflix, One Piece y la revolución de Nepal
La imagen de una juventud nepalí harta de la corrupción, que ha dado la vuelta al mundo, es totalmente válida. Se trata del primer golpe de Estado de la generación Z, y todo gobierno corrupto debería repensar su permanencia ante una juventud sin un futuro claro en sistemas cargados de nepotismo. Los excesos de la política tradicional parecen no embonar más en un mundo en proceso de desglobalización y alimentado por redes sociales como ventana a la realidad. Ya no se piensa al gobierno como antes y Nepal es uno de los primeros grandes ejemplos que vendrán.
No obstante, una agitación popular honesta puede ser aprovechada por los aparatos de inteligencia extranjera para posicionar a personajes afines a sus intereses, quienes pueden o no considerar los justos reclamos de la gente. El uso de la bandera Jolly Roger, del manga y anime japonés One Piece, revela un coordinado uso simbólico del poder para agitar conciencias. Esta imagen representa la lucha por la liberación de los oprimidos y un desafío al régimen establecido en la ficción de la que proviene. La usa una flotilla de piratas entusiastas, encabezada por el carismático Monkey D. Luffy, y ya se utiliza también en las protestas de Indonesia, a casi 5,000 kilómetros de distancia de Nepal. Ambas naciones son clave para los intereses chinos en la región. Se trata entonces de una bandera que representa “la creciente frustración con el gobierno”, asegura Al Jazeera, pero utilizada de forma quirúrgica en los medios para alimentar los significados detrás de una bandera pirata con sombrero de paja.
An iconic picture for the anime community that will go down in history.
Things that should be happening later in the One Piece world are already happening our own world. In Nepal, protesters raised the Straw Hat Pirates’ flag in front of Parliament as the building burned during… pic.twitter.com/XWfkjzBOw1
— todayanimenews (@todayanimenews) September 11, 2025
One Piece es una serie japonesa cuyos derechos fueron adquiridos por Netflix, que incluso produjo una exitosa adaptación live-action. Esta se convirtió en la serie más vista en la segunda mitad de 2023, con 71.6 millones de visualizaciones y 541.9 millones de horas de reproducción. La historia de esta animación, de corte anarquista, ha sido asimilada, junto con sus símbolos, por el ecosistema de Netflix, un coloso mediático-cultural estadounidense con presencia en más de 190 países y una audiencia global de más de 700 millones de personas.
Resulta curioso cómo la bandera de One Piece se convirtió de repente en el emblema de la revolución Z de Nepal. El ícono, ya instalado en el inconsciente colectivo global, resuena como estandarte de estas nuevas formas de democracia digital. ¿Quién más quiere dejar atrás el voto libre y secreto para empezar a votar sin requisitos a través de un chat diseñado en California? Hay quienes le ven futuro a la idea, lo que podría convertir a Nepal en un “laboratorio electoral”.
La democracia digital en la era del pandemonio
Lo que acontece en Nepal es una clara muestra del hartazgo generacional contra la clase política tradicional. Nadie niega que los gobiernos corruptos deban ser eliminados, sobre todo si celebran aumentarse el sueldo mientras la nueva clase trabajadora se ve obligada a rentar de por vida por un salario mísero. Pero de ahí a validar de inmediato una revuelta que utiliza una bandera pirata popularizada por Netflix y es celebrada por Estados Unidos, hay un trecho.
El primer golpe de Estado de la generación Z (jóvenes de entre 13 y 28 años en 2025) cobró vida tan rápido como una fogata alimentada con gasolina, pero también se impregnó de mecanismos de influencia estadounidenses. Cuidado con las revoluciones del futuro: podrían ser manipuladas incluso con iconografía que, en principio, debería representar la lucha contra la tiranía.
El extraño ascenso de Discord y One Piece como símbolos de esta nueva democracia advierte que internet y las redes sociales, lejos de ser sólo entretenimiento, pueden usarse como potentes instrumentos de movilización masiva. Ya tenemos a la primera ministra elegida por internet con la bendición de Estados Unidos e India. Quizá su siguiente presidente sea elegido mediante una encuesta en Instagram. Todo es posible en el pandemonio del siglo XXI. Conviene, por cierto, revisar la etimología de la palabra pandemonio para entender lo que se viene.