Durante la conferencia matutina, Gertz Manero explicó que el caso inició en Tabasco en 2024, a raíz de una serie de delitos de extorsión a gasolineros, lo que derivó en una investigación local que estableció la vinculación de Bermúdez y su grupo con delitos del fuero común.

El fiscal detalló que, tras obtener las órdenes de aprehensión locales, la Fiscalía General de la República (FGR) brindó apoyo para localizar al acusado, quien había huido del país.
“Se hizo un trabajo muy minucioso”, dijo Gertz Manero, al destacar que, gracias a una ficha roja emitida con apoyo de la Secretaría de Seguridad y la colaboración de las autoridades de Paraguay, se logró confirmar la presencia del individuo en ese país.
El fiscal reconoció la cooperación del gobierno paraguayo, que optó por la expulsión del acusado, permitiendo su repatriación a México, donde se le cumplimentó la orden de aprehensión local.

En paralelo, señaló Gertz Manero, la información obtenida durante el proceso permitió establecer vínculos directos con la delincuencia organizada. Estas pruebas provinieron de dos personas que trabajaban directamente con Bermúdez: una de ellas ya procesada federalmente y recluida en prisión, mientras que la otra se acogió a un criterio de oportunidad y proporcionó información clave.
Con base en dichos testimonios, la FGR obtuvo una orden de aprehensión federal, actualmente pendiente de cumplimiento, a la espera de que concluyan las diligencias locales.
“Vamos muy bien, hasta ahorita”, afirmó el fiscal general.

Respecto a las declaraciones del propio Bermúdez, Gertz Manero precisó que el acusado se negó a declarar ante la autoridad local, por lo que será en la audiencia intermedia donde su defensa deberá responder a las imputaciones en su contra.
“Eso nos va a permitir fortalecer nuestro proyecto de carácter federal”, concluyó.