La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que no habrá nuevos impuestos para los contribuyentes, y que los ajustes previstos para el próximo año se centran exclusivamente en refrescos, bancos y empresas extranjeras, descartando cualquier carga fiscal directa sobre la población.
Sheinbaum explicó que el objetivo para 2026 es recaudar cerca de 400 mil millones de pesos adicionales sin aumentar los impuestos a los trabajadores ni a las empresas nacionales.
“El año que entra pensamos recaudar cerca de 400 mil millones de pesos más. ¿Cómo se va hacer? Evitando la corrupción”, afirmó.
Recaudación sin aumentar impuestos
La mandataria detalló que el incremento proyectado provendrá de una mayor eficiencia fiscal, no de una reforma tributaria.
“El monto extra se prevé obtenerlo en el combate a la corrupción, facilitando a los contribuyentes el pago de impuestos y con un mayor control en las aduanas con la nueva Ley de Aduanas”, explicó.
De esta manera, el gobierno busca fortalecer la recaudación mediante la simplificación de trámites, la supervisión en los puntos fronterizos y la transparencia en licitaciones y operaciones financieras.
¿A quién sí se cobrará más?
Sheinbaum aclaró que los ajustes fiscales no afectan al ciudadano común. Los nuevos cobros se enfocan en los bancos por deducciones del Fobaproa, las cuotas migratorias, y las licitaciones internacionales en las que participen empresas extranjeras.
Los únicos impuestos que impactan directamente a la población son los que se aplican a las bebidas azucaradas, como parte de una política de salud pública. Aunque se mencionó también el caso de los videojuegos, la presidenta no hizo referencia específica sobre si se mantendrán o ampliarán esos gravámenes.
La estrategia detrás del control fiscal
El anuncio se realizó en la Mañanera del Pueblo de este 22 de octubre, donde se subrayó que la meta de los 400 mil millones de pesos adicionales se logrará con medidas de control interno y vigilancia de operaciones aduanales.
El nuevo marco de la Ley de Aduanas, adelantó la mandataria, permitirá reducir fugas fiscales y mejorar la supervisión de importaciones y exportaciones, especialmente en sectores donde anteriormente se detectaron irregularidades.
Finanzas más sólidas sin presión ciudadana
Con esta estrategia, el Gobierno federal busca mantener la estabilidad fiscal sin afectar el ingreso familiar y fortalecer la inversión pública en infraestructura, salud y programas sociales.
El énfasis, reiteró Sheinbaum, está en cerrar las brechas de corrupción, no en ampliar la carga impositiva.
Así, mientras se ajustan los mecanismos de supervisión y se moderniza el sistema aduanal, el mensaje presidencial es claro: la ciudadanía no pagará más impuestos, pero el país recaudará mejor.