La presidenta Claudia Sheinbaum celebró este miércoles la aplicación de la reforma a la Ley de Amparo por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en uno de los casos relacionados con la deuda fiscal del empresario Ricardo Salinas Pliego.
Durante la Mañanera del Pueblo, Sheinbaum destacó que el fallo representa un paso firme hacia uno de los principios centrales de su gobierno: la igualdad ante la ley.
“Todo el objetivo de la Reforma al Poder Judicial es el principio de Juárez: nada ni nadie por encima de la ley, y nosotros somos juaristas, y México es juarista”, subrayó.
Un fallo con mensaje jurídico
La mandataria celebró que la Corte haya actuado conforme a la ley y no bajo intereses económicos o políticos, lo que —dijo— reafirma la independencia del Estado y la fortaleza del marco legal mexicano.
Sheinbaum señaló que, históricamente, los grupos de poder económico han intentado apropiarse del término “Estado de Derecho” para justificar privilegios o evadir responsabilidades fiscales.
“Se ha utilizado mucho en México y a veces la usa quien no paga impuestos, o que no paga los impuestos que le corresponderían. O para otras cosas, para que la ley esté a favor de algunos que tenían privilegios”, afirmó.
La presidenta insistió en que la aplicación de la reforma a la Ley de Amparo garantiza que los grandes empresarios también estén sujetos a la justicia, sin excepciones ni tratos preferenciales.
La reforma judicial en acción
La reforma a la Ley de Amparo, impulsada por el actual gobierno, busca evitar abusos en el uso de los amparos que por años permitieron suspender o retrasar decisiones judiciales de alto impacto, principalmente en materia fiscal, ambiental o de obras públicas.
En el caso de Salinas Pliego, la medida abre la puerta a que continúe el proceso por adeudos fiscales millonarios, luego de años de litigio en los tribunales.
El principio juarista como eje de gobierno
Sheinbaum enmarcó la resolución dentro de su visión de gobierno basada en los valores del juarismo y la justicia social, destacando que el país avanza hacia una nueva etapa en la que la ley se aplica sin distinción de nombre, fortuna o poder.
La mandataria recordó que este principio fue el motor de la reforma judicial promovida en su administración, cuyo objetivo es hacer de la justicia un instrumento para el pueblo, no para los intereses particulares.
Un precedente de legalidad y equilibrio
El caso Salinas Pliego se convierte así en el primer ejemplo emblemático de la aplicación directa de la nueva Ley de Amparo. Para el gobierno, el mensaje es claro: las leyes no se negocian y los privilegios fiscales se terminan.
Sin juicios anticipados ni declaraciones condenatorias, el pronunciamiento de Sheinbaum reafirma la línea institucional de su administración: “Nada ni nadie por encima de la ley” no es solo una frase, sino una política en ejecución.
