Durante el periodo de celebraciones decembrinas en la Ciudad de México, el programa conduce sin alcohol, mejor conocido como alcoholímetro, ha reportado resultados significativos. Un total de 777 conductores han sido remitidos al centro de sanciones administrativas, popularmente llamado “el torito”, tras superar los límites de alcohol permitidos en la sangre mientras operaban un vehículo.

Resultados del operativo en la capital
La Secretaría de Seguridad Ciudadana ha desplegado puntos de revisión en lugares estratégicos de las 16 alcaldías para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Hasta el momento, las cifras oficiales detallan lo siguiente:
-
Sanciones aplicadas: 777 personas arrestadas por no pasar la prueba de aire espirado.
-
Vehículos retenidos: El mismo número de automóviles ha sido enviado al depósito vehicular (corralón) como parte del protocolo de sanción.
-
Pruebas realizadas: Se han llevado a cabo miles de entrevistas y pruebas de alcoholemia a conductores de vehículos particulares y de transporte público.
Trayectoria del programa alcoholímetro
Desde su creación, el programa alcoholímetro ha tenido como objetivo principal reducir el número de muertes y lesiones provocadas por accidentes de tránsito relacionados con el alcohol. En los últimos años, el operativo ha dejado de ser estacional para aplicarse de manera permanente, aunque se refuerza considerablemente durante el mes de diciembre debido al aumento de convivencias sociales y fiestas.
Históricamente, el programa ha logrado una aceptación social importante, pues las estadísticas muestran que la presencia de estos puntos de control actúa como un elemento disuasorio, obligando a los ciudadanos a buscar alternativas de transporte seguras, como el uso de taxis o conductores designados.
Comentarios y relevancia para la ciudadanía
Las autoridades capitalinas han enfatizado que el límite permitido es de 0.40 miligramos de alcohol por litro en aire espirado. Superar esta cifra implica un arresto inconmutable que va de las 20 a las 36 horas en “el torito”.
Entre los comentarios más relevantes de los mandos policiales y responsables del programa, se destaca la importancia de la responsabilidad compartida:
“El objetivo no es el arresto ni la multa, sino evitar que una persona bajo los efectos del alcohol ponga en riesgo su vida y la de los demás en las calles de la ciudad”, han mencionado representantes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Por otro lado, colectivos de seguridad vial han señalado que, aunque las cifras de arrestos son altas, reflejan que aún existe un sector de la población que subestima los riesgos de combinar el alcohol con el volante, por lo que piden mantener la vigilancia estricta durante lo que resta del año.




