(31 de marzo, 2014).- La dieta de los cuerpos de seguridad del Estado es de mala calidad y pone en peligro la salud de los elementos de las diferentes dependencias como lo es la Policía Federal, el Ejército y la Marina, aseguraron especialistas.
Reportes obtenidos por el periódico Reforma a través del organismo gubernamental de transparencia señalan que la comida de los responsables de la seguridad pública del Estado es insuficiente en correspondencia con las actividades a las que son sometidos.
A su vez, la investigación periodística señala que el Gobierno Federal además de tener una inversión más fuerte en la alimentación de un preso que en la de un militar o policía, los presos ingieren alimentos más nutritivos que los uniformados.
El Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social, aseguró que los internos gozan de menús que incluyen fajitas de pollo en salsa verde, espagueti blanco, verduras al vapor, tortillas, agua de sabor y postres. Este menú es modificado cada mes.
Por el contrario, un policía federal en pleno combate contra el crimen recibe una torta, una manzana, un yogur y un refresco, mientras que los militares tienen acceso a comida caliente en la mayoría de las veces, sopa, arroz, guisado y postre, aunque son raciones limitadas, de acuerdo con testimonios.
Especialistas señalan que la dieta de los cuerpos de seguridad, que consumen alrededor de 900 kilocalorías, puede ser adecuada siempre y cuando no estén en operativos porque de esa manera puede ser insuficiente.
En entrevista para el medio mexicano que llevo a cabo esta investigación, Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, explicó que la peor es la dieta del policía porque no es sana, contiene demasiada azúcar y los militares, con la actividad física que realizan, seguramente se quedan con hambre porque su actividad es extenuante y requieren más proteína.
“Es una dieta basada en harinas refinadas, un producto cárnico de mala calidad y están consumiendo alrededor de 16 cucharadas de azúcar tomando en cuenta el yogurt y el refresco; también hay una carencia de vitaminas y minerales porque no comen verdura ni suficiente fruta”, señaló la especialista.
Además agregó que la actual dieta de los cuerpos de seguridad, pone en riesgo a los policías de padecer sobrepeso, diabetes, síndrome metabólico y enfermedades cardiovasculares.