El cierre de la frontera estadounidense al ganado mexicano se trató directo en la mesa presidencial. Claudia Sheinbaum Pardo convocó en Palacio Nacional a los gobernadores de Sonora, Alfonso Durazo; Coahuila, Manolo Jiménez; y Durango, Esteban Villegas, junto con representantes de asociaciones ganaderas, para diseñar un plan de acción.
“Me reuní en Palacio Nacional con los gobernadores de Sonora, Alfonso Durazo; Coahuila, Manolo Jiménez; y Durango, Esteban Villegas, así como asociaciones de ganaderos de estas entidades; acordamos un programa especial de apoyo con el propósito de afrontar el cierre de la frontera para exportación ganadera. Fortalecemos el Plan México”
Escribió la mandataria en su cuenta oficial de X.
Gusano barrenador, la causa del bloqueo
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) decidió suspender la entrada de bovinos, bisontes y equinos procedentes de México tras detectar la presencia del gusano barrenador en envíos originados en Veracruz y Oaxaca. El brote, reportado a menos de mil 126 kilómetros de la frontera, encendió las alertas sanitarias al norte y provocó la inmediata clausura del comercio ganadero.
El golpe no es menor: se detuvieron exportaciones de bovinos vivos y productos derivados, afectando directamente a productores y a la cadena agropecuaria mexicana. Según reportes oficiales, la restricción continuará hasta que se garantice la “erradicación total del parásito” y la implementación de controles sanitarios “más estrictos”.
Plan México al rescate
Desde Palacio Nacional, Sheinbaum reiteró que la solución pasa por reforzar la soberanía alimentaria y blindar al mercado interno. Las medidas acordadas forman parte del Plan México, estrategia que busca reducir la dependencia de importaciones, impulsar la producción nacional y sostener a los programas de apoyo al campo.
El cierre de la frontera, que ya había sido parcialmente levantado el 10 de julio con una reapertura gradual en cinco puertos, enfrenta ahora una pausa. Las autoridades mexicanas trabajan para aplicar protocolos sanitarios y reactivar cuanto antes las exportaciones ganaderas.
“Es una situación compleja, pero hay unidad y coordinación. Lo que está en juego son miles de familias que dependen del campo y de la exportación de ganado”, señalaron representantes ganaderos.
El reto es claro: erradicar el gusano barrenador, recuperar la confianza del mercado estadounidense y proteger a los productores mexicanos. El gobierno federal y los estados fronterizos ya pusieron la primera piedra de un frente común.