(19 de mayo, 2014).- El estado de Nuevo León se convirtió en un paraíso para los dueños de casas de apuestas a partir de 2007, cuando hubo un boom de este tipo de establecimientos, llegando a operar 55 en todo el estado de manera legal. Tan sólo en el área metropolitana de Monterrey, capital del estado, a mediados de 2011 operaban 31 casinos. Pero desde el año pasado esta tendencia se ha revertido por la revocación de los permisos a varias casas de juego, por lo que actualmente sólo quedan 16 operando en la capital.
La más reciente serie de clausuras tuvo lugar en abril de este año, cuando cerraron los 8 establecimientos propiedad de Juan José Rojas Cardona, “El Zar de los casinos”, en esta ciudad. A Rojas Cardona se le revocó su permiso para operar casas de apuestas en todo el país, dando como resultado el cierre de estos establecimientos y otros que operaba en Quintana Roo y la zona del Bajío –en total llegó a contar con 26 casas de apuestas en el país.
Segob saca del juego al Zar de los Casinos
La caída en desgracia del otrora “zar” ha impulsado el negocio de los establecimientos que han sobrevivido a la “purga” de casas de apuestas. Según el recorrido realizado por el diario Reforma, los casinos que siguen abiertos en Monterrey y su zona metropolitana reciben ahora a los clientes de los que tuvieron que cerrar, a tal punto que en algunos de ellos las máquinas tragamonedas no alcanzan a cubrir la demanda. Empleados de esos locales relatan que los fines de semana la concurrencia aumenta notablemente, mostrando que el cierre de casinos no ha frenado el gusto de los regiomontanos por las apuestas.
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Las clausuras de casinos vienen de antes
Entre julio y agosto de 2011, el entonces alcalde de Monterrey, el panista Fernando Larrazábal Bretón, clausuró siete casinos que operaban en el municipio. Respaldado por la Secretaría de Gobernación, Larrazábal explicó el cierre de esos establecimientos porque operaban de manera ilegal, sin permisos en regla. Este cierre de casinos pareció darse en respuesta a los ataques perpetrados el 25 de mayo de ese año, cuando un comando armado aterrorizó a los clientes de tres locales, a quienes sometió para después causar destrozos materiales. Ese mismo día, el Casino Royale, fue atacado por un comando cuyos integrantes realizaron disparos al aire y robaron celulares y otras pertenencias a los clientes.
Mientras Larrazábal clausuraba casas de apuestas, el Casino Royale volvió a ser atacado, pero esta vez con un saldo trágico: el 25 de agosto un comando del cártel de Los Zetas llegó al lugar y provocó un incendio en el que murieron 52 personas, entre trabajadores y clientes, y al menos diez más sufrieron lesiones. El día 30, el alcalde anunció la clausura de tres casinos más y al día siguiente se difundió un video en donde se veía a su hermano, Jonás Larrazábal Bretón, recibiendo dinero en efectivo dentro del Casino Red, en lo que supuestamente era el cobro de una cuota a cambio de permitir su operación. Se supone que el video fue grabado el 25 de mayo, aunque en noviembre de ese año el caso fue sobreseído y se borraron sus antecedentes.
En marzo de 2013, el actual gobierno de Monterrey, presidido por la también integrante del Partido Acción Nacional (PAN) Margarita Alicia Arellanes Cervantes, llevó a cabo la clausura definitiva de otros nueve centros de apuestas, Caliente Valle Oriente, Caliente Gonzalitos, Caliente Garza Sada, California, YAK Plaza Cumbres, YAK Valle Oriente, Miravalle, Foliatti y Crystal Palace. El cierre de estos locales fue efectuado por inspectores de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, personal de la Secretaría del Ayuntamiento y elementos de la Policía Municipal para “verificar si estos negocios cuentan con los permisos de uso de suelo, edificación y construcción para operar dentro del marco legal”.
