Fuerza, no está solo, presidente Andrés Manuel López Obrador. No tengo la menor duda que el covid le volverá a hacer lo que el viento a Juárez, como hace un año cuando se contagió a pesar de que pudo haberse vacunado primero, como lo hicieron otros jefes de Estado.
En cambio, usted, poniendo el ejemplo, optó por no brincarse la fila pues los primeros en recibir las dosis fueron los héroes y heroínas del personal de salud en la primera línea de batalla contra la enfermedad.
En ese entonces la circunstancia era distinta, incluyendo la peligrosidad de las variantes más virulentas que Ómicron, la cual hoy se propaga con gran velocidad por todo el mundo.
Debido también al empuje de usted como Jefe de Estado, la circunstancia es distinta porque su gobierno ha traído más de 200 millones de dosis de vacunas y ha coordinado un esfuerzo de la mano del Ejército y el sector Salud para vacunar a millones de adultos en todo el país.
Esto en medio de los agoreros del desastre que le han apostado desde el primer minuto del gobierno al fracaso de su administración. Y que lejos de bajar la guardia en un momento tan delicado como la pandemia han tratado de lucrar con el dolor ajeno, de desinformar y de hacer política de la más baja y ruin. Siendo parte del problema y no de la solución.
Usted presidente se contagió de covid otra vez pero algunos continúan enfermos de rabia y esto se debe a que principalmente la corrupción se les hizo vicio. Y en esta transformación que implica romper las inercias del viejo régimen que privilegió a una minoría, no se hallan.
Los mismos que celebran que usted esté contagiado de covid son los que en otras ocasiones se han declarado feministas y ambientalistas por lo que hoy vuelven a quedar expuestos como farsantes.
Así pues dejaron en el perchero el disfraz de “solidarios” y ahora tenemos una dura competencia entre reaccionarios para ver quién es más cruel e inhumano. Les encanta exhibirse.
También viven encerrados en sus contradicciones pues mientras le desean que le vaya mal y no termine su sexenio, al mismo tiempo no son capaces de derrotarlo en las urnas, donde se dirimen las diferencias democráticas.
La alta aprobación que usted tiene, producto de conocer y acompañar las causas populares desde décadas atrás, provocó que se hayan resignado y tirado la toalla para la consulta de lo que será una ratificación de mandato.
Fuerza presidente porque esta transformación que recién ha cumplido tres años no puede quedar a la deriva.
Lo vemos pronto de regreso en las mañaneras y en el parque de béisbol, macaneando, bateando arriba de . 300. Justo como cuando fue hace un año para jugar y festejar que libró dicha enfermedad y la sacó del estadio.
