Debido a las consecuencias del cambio climático, México está creando los denominados alimentos del futuro, una fórmula que comprime los nutrientes necesarios para la alimentación humana y que en 2030 podrían estar al alcance de los habitantes del mundo que perderán sembradíos.
Aunque el aspecto no es suculento, pues algunos tienen forma de pastilla, la supervivencia se impone al placer y la estética. Cada alimento posee en su composición ingredientes como mango, nopal, aguacate y avena.
Con base a información de Milenio, Quinasa, es la empresa en México encargada de fabricar dichos alimentos y según su director Dimas Jiménez, se trata de un proyecto visionario.
Declaró que aunque hay máquinas que transforman la materia prima en cápsulas portátiles, la que más destaca es un robot llamado Astron.
La única máquina del mundo capaz de fabricar tabletas, tiene dos manos metálicas que sobresalen, una especie de casco de moto en la cabeza y un iPad que lo dota de oídos. Astron fue nombrado así porque fabrica comida como la que comen los astronautas en el espacio exterior, contesta preguntas al tiempo que elabora alimentos que podrían salvar a la humanidad.
”Los que quedemos vivos vamos a tener que sobrevivir, vamos a tener que comer. ¿Qué comida vamos a tener si no va a haber grandes sembradíos, si va a haber problemas en el campo, si va a haber problemas con el ganado?”, reflexiona Jiménez.
Por ello dijo hay que crear tabletas, algunas de ellas que ya se comercializan en lugares como Dubái, sirven para alimentar a camellos o Estados Unidos, donde se tiene intención de que alimenten a los transportistas que pasan largas horas en carretera
“Contiene todos los ingredientes para que el cuerpo humano pueda sobrevivir 60 días sin necesidad de comer otra cosa más que estas tabletas”, precisa en entrevista el ingeniero bioquímico.
Detalló que fenómenos agresivos como huracanes, van a incrementar, por lo que las costas y todo a su alrededor quedará destruido, como los cultivos que estarán en problemas.
“Yo creo que todo lo que se dé en regiones altas como la manzana, la pera, el aguacate, todos los frutos y verduras que se den en las regiones altas, son las bases de lo que podemos usar (para alimentarnos)”, expone el investigador del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Además sostiene la producción de carne va a disminuir y probablemente también las vacas y cerdos adopten forma de pastillas de tocino o cecina.
De esta forma Jiménez presagia que en 2030 ya estará estandarizada la comida que él está fabricando.
“En ciudades muy grandes ya tienes todo enlatado, todo ya elaborado, listo para comerse, y ya realmente la comida fresca está pasando a un segundo plano”, opina.
Finalmente afirmó que todos los sabores van a prevalecer en 98%, solamente se tendrán que acostumbran a verlo como tabletas.
ccca.